Aficionados y profesionales combatirán la prohibición de Utrera

La Federación de Asociaciones de Utrera empleará la vía jurídica para revocar el acuerdo municipal que impide la entrada de menores de siete años a los toros.

La plaza de toros de Utrera fue inaugurada en 2010. / Javier Díaz La plaza de toros de Utrera fue inaugurada en 2010. / Javier Díaz El acuerdo de los grupos municipales del PSOE, PA, IU y UPD, con la abstención de los ediles del PP, que permitió aprobar provisionalmente una ordenanza municipal que prohíbe la asistencia de los niños menores de siete años a las corridas de toros ha provocado una airada reacción de los colectivos profesionales y las asociaciones de aficionados de la localidad. La Federación de Asociaciones Taurinas de Utrera convocó anoche una asamblea para “marcar las directrices a seguir contra el atentado a las libertades y a la cultura” que a su juicio implica la prohibición de asistir a las corridas de toros a menores de siete años. La mesa de trabajo de este encuentro estuvo formada por el presidente de la Federación, Eloy Díaz; el abogado y portavoz, Juan Ignacio Orellana y los matadores de toros locales Curro Durán y Alberto de la Peña, que contaron con el respaldo de Carlos Núñez, presidente de la Mesa del Toro y de la Unión de Criadores de Toros de Lidia. Tal y como han explicado los convocantes a través de un comunicado, “los caminos marcados para intentan anular la ordenanza aprobada por el ayuntamiento de la localidad sevillana serán el estrictamente jurídico, apoyado por alegaciones de las diferentes asociaciones taurinas, y la movilización social”. De la misma forma, añaden los profesionales y aficionados taurinos de Utrera, “se han programado para los próximos días lecciones prácticas de Tauromaquia para los niños dirigidas por las figuras del toreo, que se llevarán a cabo en la Plaza del Altozano, el centro neurálgico de la ciudad”. Esta prohibición -que ha levantado una enorme polémica dentro y fuera de la localidad sevillana- se enmarca dentro de una ordenanza más amplia que, entre otras medidas, prohíbe la utilización de animales en atracciones feriales o el abandono de mascotas. El polémico acuerdo municipal se ha sumado a otros condicionantes que han ido socavando la importancia taurina de una localidad que siempre ha sido considerada la cuna del toro bravo. Esta tradición taurina se vio interrumpida especialmente a raíz del derribo del antiguo coso del Arrecife para dar sitio a una promoción de viviendas Aunque se anunció la construcción inmediata de un nuevo coso por el anterior alcalde en febrero de 2003, la definitiva inauguración se hizo esperar hasta septiembre de 2010 en medio del enfrentamiento de los grupos políticos de la ciudad por la composición del cartel inaugural en que no se había contado en un primer momento con un diestro local y la ampliación presupuestaria necesaria para abrir el coso con las suficientes garantías.

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