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Agotados los paños del Niño Jesús

José María Guzmán Sánchez de Alba, el párroco de la iglesia que vende paños con la efigie del Niño Jesús, no quiere dar "una imagen de radical", insistió en que ya no se venderán más.

el 14 sep 2009 / 20:42 h.

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José María Guzmán Sánchez de Alba, el párroco de la iglesia que vende paños con la efigie del Niño Jesús, no quiere dar "una imagen de radical" y, aunque ha hecho un último pedido, insistió en que ya no se venderán más porque "esto no es ningún negocio".

En Los Palacios y Villafranca, en cuyas supervivientes tiendas de todo a cien -ahora reconvertidas en todo a un euro o un poco más- se venden muñecos de Papá Noel de todas las formas y tamaños, el proyecto del párroco divide a la población.

En la localidad, hay muchos que lo consideran un valiente por hacerle frente a un símbolo anglosajón que intenta entrar en cada hogar de este pueblo de más de 35.000 habitantes, pero también otros a los que la idea del sacerdote no les parece bien porque le hace "la guerra al negocio de los Santa Claus".

Todavía con este periódico en la mano y con el teléfono sonándole desde distintas cadenas de televisión a nivel nacional que querían entrevistarlo, el lunes el sacerdote se sentía estupefacto por la repercusión del tema: "Yo no quiero declararle la guerra a nadie y cada cual puede poner en su balcón lo que le dé gana", dijo.

Para agregar: "Esto de vender paños es simplemente una idea mía improvisada, que no tenía ningún proyecto detrás, simplemente es otra forma de evangelizar que ya se ha hecho en otros pueblos, como Osuna".

En efecto, el año pasado se vendieron muchos de estos paños en la villa ducal y "quedó todo precioso con sus paños en los balcones" ganando así protagonismo a los Papa Noel que él mismo había criticado como símbolo del paganismo.

En la misma línea insistió en que "esto no es ningún negocio" y en que "estamos esperando el último pedido" para algunos feligreses que quieren comprar los paños.

Con éstos, se habrán vendido más de 300 colgaduras en todo el pueblo, cifra a la que el párroco resta importancia: "¿Qué son 300 paños para un pueblo tan grande?", se preguntó, al tiempo que negó que ningún colegio del municipio esté vendiendo paños de este tipo para financiar el viaje de fin de curso, aunque luego tuvo que matizar: "Al menos, esos paños no tienen nada que ver con esta parroquia".

El párroco descartó que en las próximas fiestas navideñas "haya que pensar en otra cosa porque se hayan vendido pocos paños" al no haberse hecho "de manera programada".

En cualquier caso, en la sacristía ya no quedaba ninguno el pasado lunes. Los que aún no se hayan hecho con el suyo tendrán que esperar a la llegada del próximo pedido aunque el párroco aclaró que sólo se venderán los que lleguen en este último paquete. "La semana que viene y ya está", reiteró.

En los balcones de este municipio del Bajo Guadalquivir, empezarán a lucir los paños a partir del próximo 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepción.

Tal vez ese mismo día, aunque sin razón precisa, empiecen las escaladas caseras de las figuras de Papa Noel, tan de moda en los últimos años por todos los puntos del país.

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