"Negros de mierda, iros fuera de España" o "fuera de mi país". Con insultos como éstos, cinco neonazis se dirigieron a dos senegaleses de raza negra que estaban comprando en el Opencor de República Argentina y empezaron a golpearlos. Las víctimas trataron de huir, pero los persiguieron e intentaron seguir pegándoles, siendo recriminados por clientes y trabajadores de la tienda.
La agresión se produjo la víspera del Día de la Hispanidad y los individuos, rapados y vestidos con una clara estética ultraderechista, se montaron luego en un coche y se fueron a un concierto en Huelva del grupo de rock metal Estirpe Imperial, que congrega a un público de estética similar a estos agresores: cabezas rapadas, camisetas con esvásticas, cinturones y tirantes con banderas de España, botas militares...
La información aportada por los testigos de este ataque racista, que precisaron el modelo, color y matrícula del coche, ha permitido detener a los cinco individuos, de entre 27 y 35 años, acusados de un delito contra los derechos fundamentales, que castiga las agresiones racistas o xenófobas y puede suponer penas que oscilan entre el año y los tres años de cárcel, además de una multa. Se les imputan también varias lesiones de carácter leve que causaron a las víctimas, que tuvieron que ser atendidas en un centro médico, según informó ayer la Policía Nacional.
Localizarlos no fue demasiado difícil, porque a los agresores les faltó tiempo para meterse en otro jaleo, y en Huelva, antes del inicio del concierto del grupo de ultraderecha, participaron en una pelea y la Policía acabó por requerirles su documentación.
Sin embargo, la detención del cabecilla y de un segundo implicado no se produjo hasta el pasado 28 de octubre, cuando la brigada de Información -responsable de controlar a los grupos extremistas- tuvo plenamente identificados a los participantes como supuestos autores del ataque y los insultos racistas a los dos senegaleses. Los otros tres miembros del grupo fueron arrestados dos días más tarde. Ninguno de los cinco tenía antecedentes.
Los investigadores lograron entonces una orden judicial para registrar el domicilio del cabecilla del grupo, donde encontraron varias prendas con símbolos nazis, una navaja de grandes dimensiones, una jarra con el escudo de la División Azul y un kubotan, un cilindro de metal o plástico duro utilizado como arma de defensa y ataque.
El cabecilla y el segundo detenido fueron llevados ante el juez, y la Policía dejó en libertad a los otros tres después de interrogarlos e imputarles las agresiones. Los detenidos son Juan Manuel G.M., de 32 años, Gustavo Adolfo P.P., de 30, Mario P.Z., de 35, Rubén O. B., de 30 y Miguel Ángel G.B., de 27 años.
«Dijeron que estaban robando pero es mentira»
Dos o tres clientes pidieron a los neonazis que dejaran en paz a los senegaleses, pero éstos respondieron que estaban robando. “No es verdad, no estaban robando”, dijo ayer un dependiente de Opencor, que llamó a la Policía y que afirma que las víctimas ya habían comprado alguna vez en la tienda.
El trabajador aclaró que “la gente no se enfrentó a los agresores porque eran como armarios empotrados, pero sí les dijeron que pararan”. Explicó que los atacantes cumplían absolutamente el perfil de neonazis con sus cabezas rapadas, camisetas con esvásticas, banderas españolas y toda la simbología de estos grupos, aunque él no previó el ataque porque no había visto entrar ni a unos ni a otros.
Las víctimas salieron corriendo y el grupo salió a perseguirlos y ya no volvió a la tienda, pero los testigos pudieron coger los datos del coche que llevaban y su descripción física, que aportaron a la Policía y que ha facilitado su arresto.
