El periodista cubano Reinaldo Escobar, marido de la bloguera Yoani Sánchez, denunció ayer en su bitácora que fue víctima el viernes de una "golpiza" que demuestra la veracidad de una denuncia similar presentada por su mujer hace dos semanas. Escobar relató que "un cardumen de seres vivos vociferaba, golpeaba y escupía a un hombre -él- que acudió a su cita puntualmente" en una esquina de La Habana. La cita que mencionaba es un "duelo verbal" al que retó desde su blog a un agente de la seguridad del Estado, al que culpa de agredir a Sánchez hace dos semanas, cuando se dirigía con otros blogueros a una manifestación en pro de la no violencia. "Pocas veces un crimen puede probarse al cometerse otro", dijo Escobar, y afirmó que "los que pusieron en duda que Yoani Sánchez fue golpeada por los esbirros de la seguridad del Estado" deben ver las imágenes de lo sucedido este viernes.
"Tuve una doble suerte, por una parte estaba la prensa extranjera filmándolo todo (ellos también cogieron sus ramalazos) y por otra sufrí menos la golpiza, porque una inesperada coraza de amigos los recibió por mí. ¿Exigirán ahora certificados médicos?", agregó.
Según otra versión, transmitida a la prensa extranjera por una oficina del Ministerio cubano de Exteriores, Escobar "intentó reventar un acto de la clausura de la Feria Universitaria del Libro y la Lectura" en La Habana, "pero el juego le salió mal".
"Los cubanos ya se cansaron de tanta provocación y a ritmo de conga los jóvenes que participaban en el evento empezaron a gritar de manera espontánea "esta calle es revolucionaria" y "abajo la gusanera" o "Raúl seguro al yanki dale duro", añade la versión oficial. "Lo curioso -prosigue- es que agentes de la seguridad a los que Sánchez tantas veces ha denunciado por presuntas agresiones, tuvieron que ser los que sacaran del lugar a su marido para que no sufriera la ira de un pueblo que se ha cansado de tantas provocaciones".
