Los soldados estadounidenses culminaron ayer la retirada de las ciudades iraquíes en un nuevo hito hacia su salida total de Irak, prevista para antes del año 2012, tras seis años de polémica presencia militar en el país árabe. Un atentado ensombreció la fiesta.
Los iraquíes celebraron ayer con un día festivo la retirada de las tropas de combate estadounidenses de todas las ciudades de Irak, en cumplimiento del acuerdo de seguridad firmado en diciembre pasado entre Washington y Bagdad. La retirada coincidió con un ataque en el que murieron 28 personas y 60 resultaron heridas debido a la explosión de un coche bomba en Kirkuk, a 250 kilómetros al norte de Bagdad, según informó a Efe una fuente policial.
El primer ministro, Nuri al Maliki, afirmó en un discurso retransmitido por televisión que "nos enfrentamos a una nueva prueba y estoy bastante seguro de que saldremos victoriosos de ella". Mientas tanto, el presidente del país, Yalal Talabani, que bautizó la jornada como "el día de la soberanía", apuntó que "a partir de hoy, el pueblo iraquí será el dueño de sus riquezas, quien decida su destino y quien escriba su historia".
Cada vez queda más lejos aquel 20 de marzo de 2003, cuando de madrugada comenzaba la guerra con un bombardeo con misiles Tomahawk contra objetivos seleccionados para matar al entonces dictador iraquí, Sadam Hussein. Era el inicio de una ocupación que se prolongó durante seis años en un país que se sumergió en la violencia tras la entrada de las tropas extranjeras que desmantelaron el antiguo aparato de seguridad de Sadam.
Los dirigentes iraquíes instaron ayer a la cooperación y a la coordinación con los países vecinos en la próxima etapa, e insistieron en que a los estados vecinos les interesa mantener la estabilidad en Irak. "Estamos deseando establecer nuevas relaciones basadas en el equilibrio, la buena vecindad y la no interferencia en los asuntos internos", afirmó Al Maliki. El primer ministro iraquí también aprovechó su discurso para advertir de los peligros a los que todavía se enfrenta el país, y llamó a la unidad para combatirlos.
Con la retirada estadounidense del país se cumple un nuevo hito en el proceso de retirada estadounidense que, una vez más, pondrá prueba la capacidad del Ejército y la Policía iraquíes de mantener la seguridad en el todavía inseguro Irak.
Las pérdidas humanas. A lo largo de todo este tiempo, las principales víctimas han sido, sin duda, los civiles. Entre 92.435 y 100.911 han fallecido desde marzo de 2003 a junio de 2009, según el recuento del grupo de investigación británico Iraq Body Count