Agua garantizada por tres años

Los embalses sevillanos se encuentran al 82 % y superan la media de reserva de la cuenca

el 08 feb 2015 / 11:23 h.

bin_33944101_con_16708438Aunque diciembre y enero han sido meses que han destacado por su sequía, las lluvias de meses como octubre y noviembre han propiciado que los embalses de la provincia, que abastecen a la capital y al área metropolitana, gocen de estar al 82,4 por ciento de su capacidad de almacenamiento, por encima de la media de la cuenca del Guadalquivir, que se sitúa sobre el 80 por ciento. Con una capacidad de almacenamiento de más de 956 hectómetros cúbicos, la provincia cuenta con cerca de 788 hectómetros cúbicos embalsados, lo que equivaldría que cada embalse sevillano almacena 384 litros por metro cuadrado, según los últimos datos, que se arrojaron el 31 de enero, explica el jefe del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la cuenca del Guadalquivir, Javier Aycart. Unos datos que sitúan a la provincia solo por detrás de Huelva, que almacena algo más de 400 litros por metro cuadrado por embalse. No obstante, cabe recordar que dos de los embalses onubenses –concretamente el de Aracena y Zufre– también abastecen de agua a la provincia de Sevilla. En base a los buenos datos hidrológicos, Aycart asegura que el abastecimiento de la población sevillana está garantizado casi al 90 por ciento, si se tiene en cuenta a las empresas públicas Emasesa y Aljarafesa. Y los datos de consumo lo avalan. En un año, los sevillanos consumen aproximadamente 100 hectómetros cúbicos, dato muy inferior a toda la capacidad de almacenaje de los embalses sevillanos y onubenses que abastecen de agua a la provincia. Por comparar, los habitantes del área no llegarían a consumir en un año todo el agua que almacena el embalse de Melonares –con una capacidad superior a los 185 hectómetros cúbicos–, que sigue en estado de pruebas. Los abundantes datos son consecuencia de unos años «excepcionalmente lluviosos», apunta Aycart. De hecho, 2009 y 2010 destacaron por la pluviometría que se registró en los embalses de la cuenca. Desde entonces, los niveles de agua son buenos y excelentes, a veces, incluso demasiado», apunta el jefe del SAIH, en referencia a las inundaciones que tuvieron lugar en aquellas fechas. Sin embargo, Aycart recuerda que si por algo se caracteriza la zona del Guadalquivir es por su «irregularidad» y que después de ciclos excepcionalmente lluviosos siguen épocas de sequía –«de ahí que haya tanto embalses», apunta–. Pero nada de que preocuparse, por que según las previsiones del sistema, el abastecimiento de la provincia está garantizado para tres años. También para el riego de cultivos de frutales y olivos, como el que hace unos días aprobó la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Según Aycart, las reservas garantizarían el riego para el campo por dos años «y sin ningún tipo de restricción». No obstante, el jefe del servicio recuerda que el campo sevillano no depende tanto de sus embalses, sino más bien de los de la cabecera de la cuenca, situados en Jaén. De los doce embalses de los que beben Emasesa y Aljarafesa para abastecer al área de agua, El Gergal –situado en Guillena y que provee a la capital hispalense– es el que mejor datos recoge, ya que roza el 100 por cien de la capacidad, lo que implica cerca de 35 hectómetros cúbicos. El embalse de Melonares, ubicado en Castilblanco de los Arroyos, todavía no está operativo pero es otro de los que registra excelentes niveles de reserva, superando el 94 por ciento de su capacidad. El Pintado, en Cazalla de la Sierra, el de mayor capacidad con cerca de 213 hectómetros cúbicos, alcanza casi el 86 por ciento de su capacidad.

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