Casi dos años lleva la Consejería de Agricultura tratando de cerrar el traspaso de las Cámaras Agrarias a las asociaciones del campo Asaja, COAG y UPA. Entre las tres existía -y existe- una enorme división sobre el reparto del jugoso patrimonio, compuesto en su mayoría por edificios, algunos de gran valor como el de Sevilla capital, enclavado en el Casco Histórico, y la decisión final será salomónica: tres partes iguales. No se acabará aquí la contienda pues la patronal que preside Ricardo Serra no está de acuerdo, al considerar que la adjudicación tendría que ser individual, es decir, cámara por cámara, y a la organización más representativa de la zona concreta.
La Junta de Andalucía quería finiquitar esta cuestión antes del fin de la legislatura, y así será. Justo hoy, día en que quedará disuelto el Parlamento y serán convocadas de forma oficial las elecciones autonómicas, Clara Aguilera, consejera del ramo, firmará la entrega de las Cámaras Agrarias Provinciales, pero aún no de las locales -estas últimas presentan mayor complejidad al elaborar el inventario, al ser más numerosas y revelar distintos regímenes de ocupación-. En conjunto, 127. Son, pues, 127 edificios o instalaciones de diversa índole, incluyendo solares, suelos anexos, viviendas, áreas industriales y garajes asociados a aquéllos. Un rico patrimonio inmobiliario -y en no pocos casos histórico, documental y bibliográfico-.
Para tener una idea de qué estamos hablando, ahí van datos de las Cámaras Agrarias Provinciales cuyas llaves serán hoy dadas. La de Sevilla, junto a El Corte Inglés de la Plaza del Duque. La de Jaén, vecina de su catedral. La de Granada, también muy céntrica. La gaditana, ubicada en Jerez de la Frontera, al lado de la estratégica Avenida de Andalucía, emplazamiento igual que el de Málaga, con piso incluido. Son sólo algunos ejemplos.
Si son tres partes iguales, ¿qué pasará, cómo se gestionará el patrimonio? Fuentes cercanas a la comisión creada para liquidar las Cámaras Agrarias dijeron que corresponderá ahora a Asaja, UPA y COAG "ponerse de acuerdo" en la distribución y en la utilización de las instalaciones. Sin embargo, si Asaja no firma por no estar de acuerdo, quedaría aparcada su parte y, por ende, la comisión decidirá cómo administrarla.
Lo que está claro es que la patronal de Serra recurrirá ante los tribunales el reparto si son partes parecidas o iguales y si no atienden a criterios de representatividad -a mayor presencia en una zona, mayor patrimonio asignado-. No en vano, la organización ha encargado un informe a Ángel Manuel López, catedrático sevillano de Derecho Civil, que avala la legalidad de su petición.
En concreto, el profesor apela a sentencias del Constitucional y a la normativa de liquidación del patrimonio de las corporaciones públicas para considerar que las Cámaras han de adjudicarse una por una, que tan sólo las asociaciones agrarias pueden ser las beneficiarias y que el criterio de reparto debe ser "en proporción a la representatividad que ostenten en el territorio particular". Y esta última selección, según sostiene el catedrático, "contribuye a la defensa de los intereses del sector empresarial agrario".
Edificios, solares, casas y garajes
La Cámara Agraria Provincial de Jaén tiene 1.443 m2 en el centro de la capital. Parte de sus instalaciones la regentan una empresa cárnica y el Ayuntamiento. La de Huelva tiene 315,29 m2, ocupados por Asaja, UPA, Unicef y el Banco de Alimentos, y posee otro local de oficinas de 69 m2. La Cámara de Córdoba tiene 502 m2 de sede, 113 de locales, 141 de oficinas, un garaje y una nave industrial de 900 m2. La Cámara de Cádiz, ubicada en Jerez de la Frontera, tiene una casa (191 m2), un local de oficinas (450) y dos plazas de garaje. La Cámara de Granada posee sede céntrica de 394 m2, una plaza de garaje y una nave agrícola de 1.800. La Cámara de Málaga tiene 762 m2 ocupados con locales y viviendas.
El caso particular de Sevilla
La Cámara de Sevilla, un edificio histórico en la calle Trajano haciendo esquina con Plaza del Duque, es una de las principales joyas de la corona. Sus instalaciones fueron cedidas por 50 años a Asaja-Sevilla -no en propiedad- en una decisión de la Consejería de Agricultura que COAG-Andalucía llevó ante los tribunales y ganó en primera instancia, pero la patronal recurrió el fallo. El edificio está ocupado por varias asociaciones, como Feragua e ICAM. El dictamen del catedrático de Derecho Civil Ángel Manuel López asegura que el reparto de las Cámaras ha de hacerse con criterios de "representatividad", de forma que "el mayor patrimonio" corresponda a la organización que aglutine "al mayor número" de agricultores, socios o hectáreas cultivables. Y Asaja entiende que en Sevilla nadie le tose.