"Se han ido a Sevilla, han hecho un congreso y han hecho lo único que creen que debe hacer un Gobierno: utilizar el dinero de los contribuyentes para dar pitas, pitas, pitas. Esto la gente del campo sabe a lo que me refiero". La presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre (PP), resumió ayer con estas palabras sus críticas al Gobierno socialista por haber rebajado el número de peonadas que deben realizar los jornaleros para cobrar el subsidio agrario (PER).
El Consejo de Ministros que tuvo lugar la semana pasada en Sevilla aprobó reducir de 35 a 20 el número de jornales necesarios para recibir las ayudas agrarias. Esta medida excepcional fue reclamada por todos los sindicatos, y su objetivo era paliar el impacto del temporal sobre el empleo en el campo. Debido a las lluvias se han perdido millones de jornales, la gran mayoría en Andalucía. Y sin las peonadas mínimas exigidas, miles de agricultores no podían acceder a la prestación.
Aguirre fue preguntada expresamente por la decisión del Gobierno, ayer, durante una entrevista en Telemadrid. La presidenta consideró "una vergüenza" que se rebaje el número de peonadas en un momento en el que "hay que apretarse el cinturón". "Al parecer", dijo, "lo que pensaba Zapatero que iba a ser una gran oportunidad para subir en popularidad [la Presidencia española de la UE], no le estaba dando buenos réditos y en Andalucía, por primera vez, el PP aparecía como ganador".
recelo andaluz. Sus críticas al subsidio provocaron una reacción inmediata de los sindicatos, del PSOE-A y de IU en Andalucía. Diego Valderas reclamó a Javier Arenas, líder del PP-A, que "llame al orden" a Aguirre, tras "pasarse 17 pueblos". Y los socialistas dijeron que las palabras de la presidenta demostraban el "odio congénito" del PP hacia Andalucía. Esperanza Aguirre terminó pidiendo disculpas públicamente y aseguró tener el "máximo respeto por los andaluces".
No es la primera vez que la presidenta de Madrid critica a los andaluces a través del subsidio agrario, algo que despierta especial susceptibilidad en una región donde el sector del campo representa una parte fundamental de su economía. Suyas son frases del tipo: "Los andaluces tienen que salir del adocenamiento y el conformismo", o las críticas que vertió al modelo de financiación autonómica, en el que Madrid amagó con abstenerse en la votación argumentando que "los madrileños no pueden pagar el subsidio de andaluces y extremeños". El año pasado en Andalucía se beneficiaron de los subsidios agrarios 137.000 personas.
Ayer mismo, mientras Aguirre criticaba la rebaja del subsidio agrario, el líder del PP andaluz, Javier Arenas, se encontraba en una cooperativa agraria, cerca de Los Palacios y Villafranca, rodeado de un centenar de agricultores, con quienes se comprometió a presentar diversas iniciativas en el Congreso, en el Senado y en el Parlamento andaluz en las que se recojan sus principales reivindicaciones.
