La operación de pecho a la que ha sido sometida la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, tiene un periodo de recuperación de uno o dos días en general, según ha explicado a Europa Press el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Emilio Alba.
La intervención, que ha durado cerca de hora y media, ha sido ejecutada por el jefe de la Unidad de Patología Mamaria del hospital Clínico San Carlos, José María Román Santa María, y por el jefe de Servicio de Ginecología, José Antonio Vidart Aragón.
En este proceso, el cirujano detecta el ganglio que ha captado el colorante mediante una sonda encargada de medir la radioactividad y, además, comprueba que ha absorbido la sustancia inyectada.
Este será denominado 'ganglio centinela', ya que se convierte en el primero por el que entran los fluidos que proceden del tumor y, en consecuencia, el primero que debería haberse visto afectado por el cáncer.
Por ello, será el ganglio que se extirpará posteriormente para ser analizado. Si está infectado, el paso siguiente en la operación es extirpar el resto de ganglios, ya que podrían estar contaminados.
Por el contrario, si permanece sano, la paciente no tendrá que someterse a una nueva intervención ya que el resto de ganglios estarán sanos. Este ha sido el caso de Aguirre. Según el parte médico facilitado por el Hospital Clínico, a la dirigente madrileña se le ha practicado "una cirugía conservadora con técnica ganglio centinela con resultado negativo".
Esto era algo que ya auguraba ayer Aguirre cuando dio a conocer que se retiraba unos días de la vida pública tras detectarle un bulto en el pecho en una revisión médica ordinaria. "Tiene buen pronóstico", dijo.