Cultura

«Ahora los del 68 están en casa, con el puto fútbol»

Genio y figura, Paco Ibáñez (Valencia, 1934) es un raro caso de constancia y fidelidad a un estilo propio en la música española. El próximo día 25, martes, traerá al Lope de Vega las canciones de su último doble disco, Paco Ibáñez canta a los poetas andaluces. Foto: Gregorio Barrera.

el 15 sep 2009 / 18:36 h.

Genio y figura, Paco Ibáñez (Valencia, 1934) es un raro caso de constancia y fidelidad a un estilo propio en la música española. El próximo día 25, martes, traerá al Lope de Vega las canciones de su último doble disco, Paco Ibáñez canta a los poetas andaluces.

Desde anónimos romances moriscos y versos de Góngora hasta los poemas contemporáneos de Fanny Rubio, pasando por clásicos como Bécquer, Lorca, Machado, Alberti o Cernuda, el cantautor repasa en su decimotercer trabajo un importante segmento de la lírica andaluza, sin olvidar una parada obligada en Miguel Hernández como poeta invitado merced a sus Andaluces de Jaén, de cuya canción se cumplen ahora 40 años.

Ibáñez acudirá a las tablas del coliseo sevillano con su imprescindible guitarra y su silla, pero también con César Strosccio al bandoneón, la guitarra de Mario Mas -"un chaval muy joven, muy metido en lo andaluz y en el flamenco"-, Pepe Pascual en los efectos, Cristóbal Rentero a la bandurria y Roqui Albero al fliscorno. "Una guitarra reforzada", resume.

Después de toda una vida musicando poemas -ahí están las inolvidables Palabras para Julia de José Agustín Goytisolo o A galopar de Alberti-, el valenciano asegura que para esta tarea "no hay escuela, ni academia ni moldes, sólo tienes la intuición. He aprendido a notar enseguida, nada más leer un poema, si hay canción o no. Pero de ahí a buscarle la música, puede pasar mucho tiempo", explica. "La suerte es que los chinitos que tenemos dentro trabajan y trabajan sin descanso, y un buen día te dicen: Aquí tenel canción", bromea.

Jóvenes. Cada poeta tiene sus peculiaridades: "Cuando canto a Lorca, todo es luz, imaginación, los cielos se unen. Cuando cantas a Machado, te lleva más al pensamiento. Y si cantas a Cernuda, yo no veo que haya nada que golpee más que Un español habla de su tierra. No sé cómo se puede vivir sin conocer esa canción", agrega.

El único poeta que se le ha resistido hasta ahora, según afirma, es Borges. "La madre que parió, yo no le he hecho nada. Lo he intentado con sus milongas, con todo, pero no hay manera. A lo mejor es porque no hablo inglés", ironiza. Y aprovecha para disparar contra el enemigo que más detesta: el imperialismo norteamericano. "Los yanquis han hecho un buen trabajo de destrucción en la música. Internet es un terreno por el que no me paseo a menudo, pero lo utilizo para escuchar folclore mundial, y me doy cuenta de que cada vez hay menos música: cada vez hay más tu-tá, tututá", lamenta.

Eso, aunque Ibáñez asegure que la gente joven acude masivamente a sus conciertos, por más que "el referente de ellos sea hoy la radio, la moda, todos esos creadores de opinión que están borrando las demás músicas", denuncia. "Si yo no hubiera conocido a Brassens, no hubiera podido hacer el trabajo que he hecho. ¿Dónde está ahora Brassens, el más grande trovador de la Historia? ¡Ni siquiera en Francia le conocen ya".

¿Y la generación del mayo francés, los del 68, quienes antaño llenaban teatros en sus conciertos? "Los de aquella generación ya están en casa, con las zapatillas, viendo el puto fútbol", responde el veterano artista.

"¿Cuándo pararemos a los yanquis?", se pregunta con cierta amargura. "No lo sé, pero yo los paro cada día. Cuando alguien me dice okay respondo ¿cómo? ¿eso que es? ¡Ah, vale!. Pues entonces di vale. Si seguimos así, cualquier día no te vas a acordar del nombre y del apellido ni de tu padre ni de tu madre", concluye.

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