Qué metro y medio largo más bien aprovechado. Natalia, esa Lolita que así que cumpla años sigue igual de lozana y espectacular, rebosa jovialidad, buen rollo y, sobre todo, ganas de comerse el mundo.
La llaman la Britney Spears española, pero ya quisiera la norteamericana ser la mitad de lo seria y curranta que es esta cantante natural de Sanlúcar de Barrameda que irrumpió en el mundillo en 2001 merced a Operación Triunfo.
Una década después, Natalia es una femme fatale con cinco discos en el mercado y, sobre todo, con visión de presente: ha roto con las discográficas y se ha lanzado, con sus productores, al mundo de internet y del single a single.
-¿Cómo está Natalia?-¡Encantada y currando mucho, que la cosa está complicada!
-Y más enchufada a la red de redes que nunca, ¿no?
-Así es. He optado por no sacar un disco del tirón. Ahora lo más oportuno es ir grabando single a single e ir publicándolos todos en internet. No es que esto sea el futuro de la música, es que es ya el presente. Y lo que quiero es facilitar que todo el mundo pueda escuchar todos mis temas.
-¿Es que no se escuchaban?-Tengo la experiencia de mis discos anteriores, de los que sólo se sacó un single y el resto de los temas ni se escucharon porque la gente se baja sólo el single que le suena de internet. Y pensé: ‘Oye, ¿no sería mejor ir sacando single a single y dar la oportunidad a mi público de que escuchara todo mi trabajo?’. Y si después se tiene a bien y se puede, pues igual hacemos un disco de edición limitada. Pero en principio, prefiero ir así, y cada tema bien trabajado con su videoclip.
-¿Y cómo suena Natalia?
-Con singles que son muy cañeros y muy bailables.
-¿Podemos hablar de una nueva Natalia?-Para nada. Pero sí voy creciendo musicalmente. Lo que no quiero es repetirme. Cada vez que he sacado un disco he intentado dar un pasito, siempre hacia adelante. Y en mi single, Libérate, que está pegando fuerte, me he currado hasta la coreografía, que es un baile africano, y hasta la versión en inglés (Free Yourself), lo que me ha costado lo mío porque no es mi lengua.
-Hábleme de ese Libérate.
-Lo he compuesto yo misma con pautas que me han dado mis fans. Cuando digo que esta nueva etapa mía se basa esencialmente en internet es por esto: esta canción partió de una reunión por Tuenti y Facebook con mi club de fans y les pregunté qué querían de mí. Me respondieron que a una Natalia más madura, más viva, con un estilismo más extravagante, con una canción que hablara de las libertades... Fui cogiendo pautas y hasta frases de ellos que hablaban de sus experiencias y las fui adaptando.
-Y tras este single...-Le sigue otro mucho más cañero... Y lo grabo todo en España, donde hay muy buenos profesionales, porque al final lo que importa no es que te vayas a Londres, sino que suene bien y que la canción sea un temazo que enganche.
-¿Es cierto que su último disco, Radikal (2007), no quería que saliera porque no estaba usted conforme con el estilo impuesto por la discográfica?
-A ver, sí quería que saliera, pero es cierto que era un disco en el que me dirigieron, me sacaron un poco de mi línea, porque querían que fuera un poco más rockera, con un aire más de niñata, cuando venía de otro disco más extravagante, más pop y arembí. Y claro, me chocó. Lo hice, con mucho gusto además, y compuse la mayoría de las canciones, pero no era con lo que me sentía cien por cien identificada, como es lo que hago ahora.
-Pero sus fans respondieron.
-Eso siempre. Me decían que no era la Natalia de siempre, que les chocaba. Pero aquello ya pasó. Me he liberado, como en mi single, y ahora dirijo yo mis pasos. Hago lo que quiero y espero con Libérate que la gente se libere de los malos rollos y las malas historias y que disfruten del día a día, que aquí estamos de paso.
-¿Qué queda de aquella Natalia de Operación Triunfo?-Queda mucho. Me siento igual. Con unos años más, pero... Recuerdo que cuando salí era igual de alegre, aunque es cierto que quizás ahora tenga incluso más ilusión, porque en aquel momento todo era como un camino de rosas. Éramos los niños de moda... Ahora sí que es el día a día, el trabajo y el demostrar con cada canción mi empeño por seguir estando ahí. Ahora no es todo tan bonito, te lo tienes que currar el triple. Y a ganas no me gana nadie. Eso sí, más madura, con más palos dados, pero eso es la experiencia y de todo se aprende.
-¿Cuesta sacudirse la etiqueta de triunfita?
-¡Buff! Lo llevo muy mal. ¿Es que sabes qué pasa? Que no te dejan dar un paso adelante, y más después de haber pasado diez años, de tener casi seis discos en el mercado... Yo no soy una triunfita. Soy Natalia, he presentado tres años en Antena 3, dos para los canales autonómicos, he sido actriz de doblaje... Demasiadas cosas para que me sigan etiquetando así. Si no me lo hubiera currado, pues anda, pero es que no es así.
-¿Le gustaría ir a Eurovisión?-Para nada. Es un arma de doble filo. Y conste que soy fanática desde pequeñita, pero no iría. Si va bien estás ahí, pero si la cosa va mal, es un descrédito. Yo me quedo como estoy.
-¿Cómo estamos de conciertos?
-No me puedo quejar tal como está la cosa, pero me gustaría este año hacer conciertos en salas también. En mi web www.nataliaoficial.com iré anunciando mis citas. Y en Facebook, nataliaoficial.com, también. Soy de esas artistas enganchadas que se habla mucho con sus fans. Me lo cuentan todo, todo, y esa complicidad me encanta.
-¿Y qué pasa con la televisión? ¿Algún proyecto?
-Está aparcada, aunque si me propusieran un caramelito, lo cogería. Y si fuera como actriz, me lo tomaría como un gran reto ahora que hay tantas series españolas.
