Beatriz Montero, sevillana de Tocina, ha conseguido montar un emporio empresarial (MBC) dedicado a la moda infantil desde un pequeño pueblo de la comarca de La Vega. Beatriz asegura que su sueño empezó a forjarse desde muy temprana edad, viendo a su abuela (viuda y madre de una hija) cortar las colas de los trajes de novia arrodillada en el suelo. Hoy las técnicas y los medios no son los mismos, pero para alcanzar el éxito hacen falta los mismos ingredientes: constancia y ánimo pese a todas las adversidades.
–¿Cuándo decidió poner en marcha la empresa?
–Después de años de estudio. Yo tenía claro lo que quería. Vivo mi trabajo con pasión. Es algo con lo que tienes que soñar. En 2002, abrí mi primera tienda en Tocina. Cuando iban los representantes a los que compraba los materiales, me decían que cómo es que compraba otras prendas cuando las mías eran aún mejores. Decidimos entonces hacer un muestrario y dedicarnos a la venta al por mayor. Al principio, tuvo sus inconvenientes porque no tenía financiación. El resultado me ha costado muchas horas de trabajo. Han sido jornadas hasta las 3 y cuatro de la mañana para levantarme a las siete y seguir cortando para no fallarle a mis clientes. Pero todo ha dado sus frutos. Ahora el proyecto es ubicarnos en un único sitio. No tener los talleres externos sino todo bajo la supervisión de Beatriz Montero. Así podríamos abarcar otros sectores.
–¿Como cuáles?
–Nuestro objetivo más inmediato es internacionalizar la firma. Vendemos en el Reino Unido sin tener allí ningún comercial. La gente se pone en contacto con nosotros, coge un avión, hace su pedido y se vuelve en el siguiente vuelo. Así es como estamos vendiendo en el exterior.
–¿Cómo llegan hasta usted sin ningún tipo de publicidad?
–He participado en ferias, me he movido siempre para informarme de las posibilidades que tenía dentro y fuera de España. Aunque estés en un pueblo, estás apartado si tú quieres. Ojo, también vendemos en la República Dominicana.
–Con ese mercado que se ha abierto, ¿se ha planteado la venta ‘on line’?
–En principio no, porque lo que tengo claro es que no le voy a fallar a los que ya son mis clientes. Ellos ya venden on line y yo soy fabricante al por mayor. La tienda que hemos abierto en Sevilla lo está sin el ánimo de entorpecer a los clientes que tengo aquí. Donde creo que tenemos futuro es en el mercado americano. Yo sé de diseño y patronaje y tengo los medios técnicos para hacerlo todo, pero lo que no tengo es la infraestructura para internacionalizarme como yo quiero, con calidad. Creo que tengo muchas posibilidades. Soy muy optimista.
–¿Cómo mantener ese optimismo cuando a los bancos, a los que necesitará para este proyecto, no están por la labor de soltar un euro?
–Yo mantengo la ilusión porque, en estos momentos en los que hay muchas empresas que cierran, compruebo que la gente se está decantando por quién quedarse. Y nosotros estamos en ese grupo. Pueden bajar las ventas, pero el cliente está ahí. Compra menos porque vende menos, pero hay otros fabricantes que no pueden decir lo mismo. Nosotros hoy por hoy nos mantenemos. Ahora no se trata de pensar en ganar dinero. Éste es mi trabajo, mi sueño y mi ilusión. La gente que tengo se mantiene y los talleres con los que trabajo tienen tarea. Yo con eso me siento satisfecha. ¡Claro que necesito dinero para vivir!, pero solo para vivir. Soy ambiciosa pero no en materia de dinero, sino en sueños, en metas que cumplir.
–¿Cuál es el punto fuerte de su firma para que en estos tiempos los empresarios y tiendas se queden con su ropa antes que con la de otros fabricantes?
–Ahí entra la calidad, el diseño, el bien hacer en la prenda y el trato personal.
–Cuando puso en marcha en 2002 su sueño, ¿pensó que llegaría a este punto? ¿Dónde cree o sueña que puede llegar?
–A donde quiera. Lo que tengo claro es que tengo que tener siempre nuevas metas. Si no, ¿con qué ilusión se sigue? Soy lo que soy gracias a que mi marido y mis hijos no han tenido mujer y madre durante muchos años.
–¿Hasta qué punto condicionan los bancos su sueño?
–Mucho, pero yo soy optimista. Pienso, ¿cómo no me va a dar el banco el dinero si yo hago lo imposible por pagar, si ven el esfuerzo y la trayectoria que tenemos?
–Hacerse un nombre en la moda es complicado. ¿Lo es más en el caso de la infantil?
–Aún más. Cuando la prenda es de mujer, siempre puedes recurrir a un personaje famoso para que te preste su imagen. Nadie que tenga relevancia quiere dejarte a sus hijos para que posen con tu ropa. Entonces es muy difícil hacerse un hueco.
