Local

Ahorre 1.500 euros: no fume

Quitarse del tabaco es ahorrar 1.500 euros al año, para quien se fume un paquete. Aparte de los beneficios para la salud y todo eso, ¿usted sabe la de cosas que se pueden hacer en Sevilla con ese dinero? Mire lo que cuenta la gente.

el 06 mar 2011 / 19:25 h.

TAGS:

Un millón de personas en Andalucía han dejado de fumar desde que empezaron a molestar por tierra, mar y aire a los adictos. Cómo los tratarían si no pagaran impuestos... En fin, que ya es gente. Pues todavía deben de ser más quienes lo intentan sin éxito. Es obvio que fumar destroza la salud y esclaviza, pero el balance de daños no acaba ahí: también es un gasto continuo que, aunque parezca más o menos llevadero de a poquito, sorprende cuando uno se pone a ajustar cuentas. Hay un cálculo por lo bajo: 1.000 euros al año. Los sevillanos, según el último estudio de la Sociedad Española de Médicos de Familia (Semfyc), dicen fumar una media de 15 cigarros diarios (el clásico no llega a un paquete, que es mentira: se fuman el paquete enterito, yyyy...). Pero suponiendo que sea cierto: al ajustarlo al precio de la cajetilla más barata del estanco (3.90 euros), salen esos 1.000 euros anuales. El paquete entero, a 4,10 euros, supone un gasto anual de 1.500 euros. Un sueldo (para lo que se estila en Sevilla, un buen sueldo, incluso). Una paga extra o, si lo prefiere y se lo puede permitir, un surtidor de caprichos sin cuento.     

Los sevillanos concuerdan en la edad en la que se suele comenzar a fumar. Regularmente, a los 17 años. También en el número de cigarrillos; se coincide hasta en lo que se haría con ese dinero. En la calle, la gente ha dicho de todo: tratamientos anti-edad, bicicletas, pagar deudas, bolsos y accesorios de lujo... pero los viajes han ganado por mayoría absoluta. "Soy fumadora y fumo una cajetilla diaria. Desde los 18 años llevo fumando. Nunca he intentado dejar de fumar y de momento no me lo he planteado. Con lo que se ahorra mi capricho sería ir a un spa o hacer un viajecito de un fin de semana para quitarme el estrés", cuenta Ester Martín Rodríguez. Su amiga María Muñoz Sordas sí que ha procurado ir reduciendo: "Empecé a los 16 años pero ya no fumo como antes. Intento controlarme un poco y he conseguido fumar como mucho ocho al día. Lo quise dejar muchas veces pero recaigo. Lo mejor de todo es que no me cuesta dejarlo, lo que pasa que soy muy tozuda y en un momento que quiero, fumo. Yo me lo gastaría sin ninguna duda en un viaje, como lo he hecho, y en pagar deudas".

Los beneficios de dejarlo son inmediatos. Aparte del merecido descanso para el bolsillo, el aliento mejora. La piel se pone radiante y rosita; los ojos rejuvenecen, se atenúan las ojeras y bolsas; con el tiempo, se respira mejor; empiezan a regresar poco a poco olores que uno creía perdidos, o propiedad de la infancia lejana; las comidas están más sabrosas y los placeres (salvo el de fumar, claro) se intensifican.

¿Le parece a usted que no es para revolear el paquete y no querer saber más del tabaco? "Algún día lo dejaré, cuando yo decida. Me costaría trabajo aunque estoy segura que puedo pasarme todo el día sin fumar y no pasa nada", confiesa Pilar Robles tomando café y fumando su penúltimo cigarro del día, sentada en la terraza del quiosco de la Torre de los Perdigones. Son 1.500 euros al año: la ropa de nazareno de la Macarena y una bandeja de torrijas de La Campana cada día de la Cuaresma; la rueda de calentitos y el pollo asado con papas de los 52 domingos del año; once abonos semanales para las sillas en la zona más cara de la Carrera Oficial; 25 paletas ibéricas Bellota Flores Reserva Privada; dos plazas para el crucero Tesoros del Caribe con El Corte Inglés; 16 multas por infringir el Plan Centro... ¿A qué está esperando?

  • 1