El próximo viernes se despejará la incógnita. Hay junta general de accionistas de la firma aeronáutica Alestis -su capital lo conforman el grupo vasco Alcor (42,15%) la Agencia IDEA (19,9%), Caixabank (15%), Unicaja (14,30%), el BEF (6,8%) y EADS (1,85%)- y ahora ya están todas las cartas sobre la mesa.
O se reconduce el enfrentamiento abierto y manifiesto entre su socio mayoritario, Alcor, y su cliente principal, Airbus, para lo que es fundamental que la Junta de Andalucía mueva ficha y posibilite la salida del grupo vasco, o se asistirá al "gran fracaso de la industria aeronáutica española".
Desde Airbus se confía en que se imponga la primera opción, pero tampoco tiene reparos en proclamar que ninguna empresa es "imprescindible" y que no está por la labor de que uno de sus suministradores ponga en riesgo el desarrollo de su avión comercial de medio alcance A350, que tiene marcado como objetivo realizar el primer vuelo "si es posible" antes de la próxima edición de la feria internacional más importante del sector, Le Bourget, que se celebrará del 17 al 23 de junio.
No hay que olvidar que Alestis es responsable de la producción de la panza (belly fairing) de este aparato, así como del cono de cola.
El presidente de Airbus en España, Domingo Ureña, dejó ayer claro en un encuentro con la prensa en Madrid que la paciencia es finita y que no está dispuesto a dar más margen a Alestis para que enderece su camino. "El problema es que no tenemos mucho tiempo. Llevamos muchos meses en una situación agónica y los accionistas deben mover ficha".
Sobre todo, después de que la firma andaluza, en concurso de acreedores desde mayo, esté siendo sostenida artificialmente desde junio únicamente por las transfusiones económicas que recibe del constructor aeronáutico. "Cuando han tenido deficiencias en la ingeniería, hemos mandado a nuestra gente para apoyarlos. Lo vamos a seguir haciendo, pero eso no puede durar eternamente".
Ureña lanzó un aviso a navegantes y aseguró que nadie es "imprescindible". Tampoco Alestis, a quien le pide "estabilidad, crecimiento y entregas de acuerdo a los contratos que tiene hoy firmados con nosotros" y apuntó que la tecnología que desarrolla la andaluza para sus paquetes de trabajo del A350 la podrían asumir otros agentes. "No es una tecnología exclusiva, es conocida, por lo que también la pueden hacer varios subcontratistas españoles y otros de "fuera de España".
El responsable de Airbus indicó que el objetivo era "hacer de Alestis un tier 1 (proveedor de primer nivel), pero está claro que estamos fracasando en ello", aseveró. Por tanto, prosiguió que "mi obligación como Airbus es, si esto no se soluciona, y no tiene pinta, buscar alternativas de viabilidad" que no demoren el A350.
Ureña urgió una solución para Alestis que a Airbus como cliente no le corresponde dar, dijo, si bien, conminó a la Junta de Andalucía -"no olvidemos que también es accionista", dijo- para que se posicione "claramente" y diga en qué lado de la mesa está jugando, ya que como segundo socio es el que debe promover la salida del empresario vasco Gaizka Grajales, cuyo enfrentamiento con Ureña es el punto de partida del bloqueo. "Cada uno tiene que asumir sus responsabilidades y ser consecuente".
"Hasta ahora no hemos tenido un posicionamiento como accionista ni como acreedor" por parte de la Junta de Andalucía, espetó Ureña, de modo que debe decir en qué bando se halla: si en el de Airbus o en el de Alcor -cuyo nombre no mencionó ni una sola vez durante su intervención-, una salida del accionariado que es condición sine qua non para que Airbus siga apoyando al suministrador andaluz.
El también presidente de Airbus Military se detuvo en el papel del Gobierno central que, a su juicio, debe "asumir su parte de responsabilidad para la viabilidad de Alestis", puesto que el Ministerio de Industria es el mayor acreedor de la empresa por las ayudas concedidas para el desarrollo de sus trabajos en el A350.
El fabricante se mostró dispuesto, una vez que los socios tengan las cosas claras, a colaborar para que la empresa sobreviva a la liquidación. "Espero que el consejo de administración sea consciente y responsable", abundó.
El máximo responsable de Airbus en España no dudó en asegurar que tiene un "plan B" porque su papel es buscar alternativas para no permitir que un suministrador paralice la cadena de montaje o provoque un retraso en el programa.
Así, señaló que ya se han activado varias medidas en esa línea, como la salida a concurso internacional de la belly fairing de la versión 1000 del A350, una carga de trabajo que se presumía que correspondía a Alestis por ser responsable de esta pieza en las versiones más pequeñas de la aeronave. Ureña advirtió de que, en caso de no lograr una salida satisfactoria, la pérdida de paquetes de trabajo podría continuar. "Si seguimos así, tienen que asumir que no nos están dando una solución".
A pesar de haber sido tan crítico, quiso contrarrestar con un mensaje conciliador. "Sigo teniendo esperanza en que, al final, el sentido común y la voluntad nos llevarán a una solución, que será buena para la industria española". Para ello, a Alestis se le presentan dos retos. Además de "cientos de millones de euros" (se habla de 140 como necesidades de financiación más perentorias), tendrá que "ganar credibilidad de cara al mercado". Es este prestigio lo más difícil de recuperar. A ello, hay que sumar un plan "razonablemente viable" -se ha presentado ya un ERE con 312 despidos-.
Según el resultado de la junta de accionistas del viernes se podrá calibrar si las amenazas y presiones de Airbus logran o no el efecto perseguido.
Cuatro entregas del A400M en 2013 e inicio de la venta exterior En el primer trimestre de 2013 se obtendrá la certificación civil del A400M, que se ensambla en Sevilla, lo que permitirá entregar el primer avión a Francia en el siguiente trimestre. No será la única entrega. Habrá tres más: dos a Francia y una a Turquía. En 2014, serán ocho.
Los problemas en los motores "están fijados y tenemos un plan para mejorarlos". Domingo Ureña consideró que se ha alcanzado "un nivel de madurez bastante bueno, con soluciones técnicas que se irán incorporando".
En 2013 la campaña de exportaciones se centrará en tres o cuatro países. La idea, cerrar varios contratos en dos o tres años.
