El superjumbo de Airbus A380 sumó ayer un nuevo escándalo a su turbulenta carrera después de que el constructor aeronáutico europeo Airbus anunciara que tendrá que someter a revisión todos los A380 en servicio por un problema detectado por la australiana Qantas en los amarres de una de las alas de la aeronave -que corresponden a la carga de trabajo del Reino Unido- que produjo unas grietas de unos dos centímetros.
Se trata de una revisión solicitada por una circular de la autoridad europea de seguridad aeronáutica (EASA por sus siglas en ingles) para las 68 aparatos en servicio del modelo. No obstante, según el vicepresidente ejecutivo de clientes de Airbus, Rafael Alonso, los problemas ocasionados por las grietas "no afectan en absoluto a la seguridad".
Alonso detalló que el constructor ha identificado un problema en la aleación de dichos amarres que va a ser solucionado de manera inmediata con un kit de reparación que aplicarán las aerolíneas.
Además, el fabricante está modificando el procedimiento de producción para que los nuevos aparatos salgan de fábrica sin el problema, señaló Alonso, quien recordó que todos los programas suelen tener algún tipo de complicación en los primeros años y resaltó que la gran expectación generada por el superjumbo hace que se den mucha importancia a cuestiones como ésta, que "ni son estructurales ni presentan riesgo para la seguridad".
El problema se dio a conocer cuando Qantas decidió cesar ayer las operaciones que realizaban sus A380 después de que se hallaran grietas en las alas. La compañía quiso matizar "que estas 36 fisuras son diferentes a las que se detectaron hace un mes" en una de las alas de un A380 que llevó a los reguladores europeos a ordenar inspecciones urgentes de casi un tercio de la flota en todo el mundo en un plazo de seis semanas.
En este caso en concreto, el avión estará fuera de servicio una semana hasta que los ingenieros descubran el origen de estas grietas tras inspecciones detalladas.
No obstante, no es la primera vez que Qantas descubre fisuras. Las más recientes se encontraron durante los controles de rutina del A380 tras chocar contra una turbulencia severa por encima de la India en un vuelo de Londres a Singapur el pasado 7 de enero.
Pero no es este el primer fallo que afronta el A380, presentado en Toulouse en 2005. Las primeras entregas se retrasaron dos años debido problemas con las instalaciones eléctricas, una cuestión que se sumó a que la viabilidad económica del proyecto fue cuestionada en varias ocasiones. A ello hay que añadir que se han presentado complicaciones con los motores de la británica Rolls-Royce instalados en el avión, que supusieron dos aterrizajes de emergencia, uno de los cuales involucró un incendio en el motor.-
