Economía

Airbus pedirá a los países del A400M 'paciencia' para tener el mejor avión

El próximo lunes los ministros de Defensa de los países clientes del A400M se reunirán en Sevilla para decidir el futuro de un programa cuyo retraso -admite el presidente de Airbus Military- ha provocado una falta de credibilidad en el avión, que da ya superada. No obstante, la compañía pedirá "un poco de paciencia" para tener el mejor transporte militar.

el 16 sep 2009 / 04:22 h.

El próximo lunes los ministros de Defensa de los países clientes del A400M se reunirán en Sevilla para decidir el futuro de un programa cuyo retraso -admite el presidente de Airbus Military- ha provocado una falta de credibilidad en el avión, que da ya superada. No obstante, la compañía pedirá "un poco de paciencia" para tener el mejor transporte militar.

El excesivo afán por desarrollar a toda costa un programa de un avión militar con sello 100% europeo hace ya unas cuantas décadas acabó siendo el origen de todos los problemas que, hasta hoy, han asediado al A400M. Hace falta remontarse tan atrás para comprender que se firmase un contrato a precio fijo: 180 aviones por 20.000 millones y que la industria hiciese numerosas "concesiones" tanto de carácter económico como tecnológico. Y ahora toca replantearlo todo.

Al menos a ello es a lo que Airbus Military está dedicando buena parte de sus esfuerzos de los tres últimos meses, cuando se cumplía el plazo marcado en el contrato para que el A400M hubiese despegado por primera vez. Tras lograr una primera moratoria de esos tres meses para evitar la cancelación del contrato, los ministros de Defensa de los países clientes se reunirán el próximo lunes en Sevilla para decidir si dan otros seis meses de margen a la negociación, algo a lo que ya se han mostrado favorables Francia y Alemania. Y a España le va mucho en ello.

Este tiempo ha servido, según explicó el presidente de Airbus Military, Domingo Ureña, en un encuentro con la prensa española en el marco del Salón Internacional Aeronáutico de Le Bourget, que se celebra esta semana al norte de París, para recuperar la "cierta pérdida de credibilidad" que han provocado en los clientes los continuos retrasos en su desarrollo. ¿El lado positivo" Pues que ha servido para "ponernos las pilas".

"Tenemos que ganar credibilidad", y para ello, "vamos a demostrar que el A400M es el mejor producto del mercado y que tiene una capacidad de exportación increíble". De hecho, esos son los dos objetivos prioritarios: convencer a los clientes de que tengan un poco de "paciencia" porque el avión cumplirá sus expectativas y necesidades y atraer clientes externos a los del lanzamiento para hacerlo rentable.

De hecho, constructores competidores como el estadounidense Lockheed Martin aseguran mantener contactos con algunos clientes del avión para ofrecerles otro producto como solución temporal. "Estamos trabajando con el Reino Unido y Francia sobre cómo solventar la pérdida de capacidad generada por los retrasos" del A400M, añadió.

Pero sin duda una de las cuestiones más delicadas que está sobre la mesa es la renegociación de los precios y la carga de los costes.

En este punto, Ureña consideró la complejidad técnica y financiera de un programa que le está costando el dinero a la compañía e incidió en que "hemos hecho ver a los clientes la situación" y ahora hay que llegar a un acuerdo "para lograr un reequilibrio financiero porque la industria no puede seguir soportando los costes sin las ayudas de los Gobiernos", si bien reconoció que aún es prematuro saber en qué se va a traducir. Y sobre las conversaciones con España para consolidar su presencia en EADS señaló que, tras estar de acuerdo en los "grandes ejes", hay "discusiones permanentes porque tanto la empresa como el Gobierno tienen ambiciones normales. Una integración nunca se acaba. Iremos construyendo sobre sus pilares", dijo.

EL PUERTO DE SANTA MARÍA. También se refirió a los planes de la compañía para su planta de El Puerto de Santa María (Cádiz), al argumentar que, "como empresa, tenemos el derecho y la obligación de plantearnos cómo organizar y asegurar el futuro de nuestras plantas". Es en ese contexto donde se están evaluando "todas las posibilidades", aunque declaró que ahora "no estamos negociando con nadie".

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