Hubo un tiempo en la Liga en que el Tau y el Caja tenían un status similar, aunque la historia y el palmarés siempre colocó en otro plano al conjunto de Vitoria. En la década que fue de 1990 a los primeros años del segundo milenio eran duelos igualados los que dirimían vascos y sevillanos, que protagonizaron tanto eliminatorias de play off por el título como aquella final de Copa de Valencia donde tan poca fortuna tuvo el equipo del San Pablo. Aquel Tau que se proclamó campeón ante el equipo de Javier Imbroda también estaba dirigido desde el banquillo por Sergio Scariolo, que trata de reconstruir ahora una franquicia en horas bajas, que ya no goza de una de esas plantillas estelares que le hizo pelear de igual a igual con los mejores del baloncesto nacional y continental.
Síntoma de esa pérdida de identidad son los siete cambios que ha hecho esta temporada en su plantilla, con el estrambótico fichaje del otrora jugador estrella de los Lakers Lamar Odom, que apenas ha disputado unos minutos antes de volverse a su país por una lesión. De las 18 victorias que el Caja ha logrado en los 53 enfrentamientos ante los alaveses, nunca le había ganado por una diferencia tan amplia como la que consiguió en la primera vuelta de esta temporada el equipo de Aíto García Reneses, que estrenó su casillero de victorias a lo grande en esta fase regular en la cuarta jornada: 82-62. Del roster de ese partido, disputado el 2 de noviembre de 2013, al que dispondrá esta tarde el encuentro en el Fernando Buesa Arena habrá un total de 6 cambios, cuatro de ellos en las filas locales: no estarán ni Kaukenas, ni Hodge, ni Kelati (ahora en las filas de Murcia), ni Milko Bjelica, que tenía entonces un contrato temporal y que actualmente está en las filas del Efes de Estambul. Al Caja le faltan los lesionado Latavious Williams y Joan Sastre, que curiosamente en aquel partido de principios de temporada no llegó a jugar, y al que hoy sustituye Alex Urtasun, recién llegado a la disciplina cajista. Scariolo cuenta respecto a aquel partido de Sevilla con el base italiano Giuseppe Poeta, el alero húngaro Adam Hanga, el base francés Thomas Heurtel y el escolta, también galo, Fabien Causeur.
Llegan los de Scariolo, que tiene la duda del escolta checo Jelinek por problemas estomacales, después de recibir una auténtica paliza en la Euroliga a manos del campeón continental, Olympiacos, que le venció por 30 puntos este pasado viernes en el pabellón de la Paz y la Amistad de Atenas para dejarlo ya sin opciones de entrar en las eliminatorias de cuartos de final, fase previa a la Final Four que se disputará en Milán. En la competición liguera, no obstante, su paso, sin ser brillante, al menos es más estable en cuanto a resultados, y en su pista especialmente. Descontando la derrota ante el Real Madrid (74-90), su anterior derrota en el Buesa Arena data del 27 de diciembre, ante Tenerife (también han sacaso victorias en Vitoria Herbalife Gran Canaria y Valencia), y al calor de su público ha derrotado a equipos como el FC Barcelona o el Unicaja, lo que da idea de que, evidentemente, tiene un potencial seguramente por encima de lo que dicta su clasificación, séptimo con las mismas 12 victorias del Cajasol.
En su último partido en casa en la ACB, por ejemplo, apalizó a otro aspirante al play off, el Joventut (100-71), y viene de ganar en la última jornada en la pista de Estudiantes (84-87). El Cajasol llega también en buena línea, después de batir al Bilbao Basket a domicilio (79-82) y al colista CB Valladolid en Sevilla (84-68).
De los once partidos que restan para el final de la fase regular, el equipo sevillano tiene que disputar seis fuera de casa, y además en las pistas más complicadas: además de Vitoria, visitará al Real Madrid, FC Barcelona, Valencia, Manresa y Río Natura. En San Pablo tendrá a CAI Zaragoza, Herbalife Gran Canaria, Estudiantes, Tenerife y Joventut.
