Con el curso escolar en la mochila, la asociación de padres del Colegio Huerta de Santa Marina está decidida a plantarse contra la derogación del Plan Centro. No van solos. En su particular aventura extraescolar cuentan con el respaldo de otros centros públicos de la zona y de la asamblea de padres que, en la pasada reunión de fin de curso, decidió posicionarse de forma unánime contra la postura municipal de eliminar un plan que ha hecho que el día a día de los más pequeños "sea mucho menos peligroso".
Su postura es clara. Por eso no dudan en asegurar que en caso de que se eliminara esta ordenanza habría "una regresión en la calidad de vida de las familias". Soraya Salas, madre de dos pequeños del centro, conoce de primera mano los beneficios que les ha reportado su implantación. "La calle San Luis era un caos cada mañana, con coches en las aceras, y conductores estresados", recuerda. Por ello, y ahora que la situación parece que volverá a repetirse, pide que no se elimine "sin buscar alternativas como el transporte público o la bicicleta ".
Su principal temor se sitúa a medio plazo. Será en septiembre, durante la vuelta de los niños a las aulas, cuando vean la luz los primeros resultados de esta nueva política de movilidad. "No quiero imaginar cómo va a ser. Con todos los vecinos aquí, con libre acceso al Centro, con los niños de vuelta y todo sin ningún tipo de alternativas", explica. Ante ello, la Asociación de Padres Somos Escuela del centro de Padre Manjón está dispuesta a iniciar todo tipo de movilizaciones que aseguren el bienestar de los más pequeños. En un primer momento, participarán de la protesta prevista para mañana miércoles en la Plaza Nueva , pero sus reivindicaciones parece que no quedarán ahí.
Hace ya varios días que la asociación de padres solicitó en el seno de la junta municipal del distrito la restricción total del tráfico en la calle Padre Manjón durante la entrada y salida de los alumnos al Huerta de Santa Marina. Con la eliminación del Plan Centro están dispuestos a ser ellos mismos los que a diario se encarguen de cerrar al tráfico de la vía de forma pacífica. "Teníamos claro que es una necesidad, pero si aumenta el número de vehículos y nadie corta la calle tendremos que hacerlo por nosotros mismos", aseguran.
Otros centros como el IES San Isidoro , en la calle Amor de Dios, ya ha sufrido las primeras consecuencias de la próxima reapertura del Centro. Así, y según comunicaron desde la asociación de padres, los últimos días del pasado curso observaron un aumento del tráfico de vehículos en la calle, "afectando negativamente en la calidad educativa". No ha sido el único. La adecuación de la calle Bécquer como vía de salida del Casco Antiguo ha levantado también las quejas del Colegio Macarena , cuya asociación de padres manifestó su rechazo por el aumento de la densidad del tráfico. Su preocupación va más allá, pues cuando se derogue el plan "se disparará la afluencia de coches y con ello la peligrosidad del camino escolar".
Pase lo que pase, tienen claro que uno de los grandes males de este proceso ha venido de la falta de comunicación. "El actual plan fue fruto de seis meses de conversaciones, de flexibilización. Ahora se nos pretende imponer un modelo que no tiene el consenso de los ciudadanos".
