-¿Qué le llevó a escribir un libro sobre divorcios?
-Después de muchas conferencias me he dado cuenta que conocer la mejor solución para enfrentarse a un conflicto de parejas es una demanda social, de ahí que se llame Un divorcio sin traumas. Es un utopía porque no hay receta mágica, pero pretendo que los divorcios sean lo menos traumáticos posible.
-¿La sociedad no sabe afrontar las rupturas de parejas?
-No. Habría que formar a la pareja para el matrimonio y para el divorcio. Hay que crear escuelas de padres y madres porque me toca actuar como terapeuta familiar más que como juez para que sepan anteponer los intereses de sus hijos.
-¿Se puede considerar su libro un manual?
-Un manual para las parejas que sufren estas situaciones, que describo como los siete pecados capitales. Me limito a contar la realidad, mi experiencia desde la trinchera sin caer en la tiranía de lo políticamente correcto.
-¿Qué porcentaje de parejas usan a los menores como arma arrojadiza?
-No son muchas, pueden ser un 10 ó un 15% de lo que hay en un juzgado de Familia, pero si nos vamos a un juzgado de Violencia eso se multiplica por 50.
-¿Está la sociedad preparada para una ley de mediación?
-No, porque la mediación familiar no se está vendiendo y no se conoce que hay cauces alternativos. Por eso hay que enseñar a la pareja a autogestionar el conflicto, sin vencedores ni vencidos, sino que gane la protección de los hijos. En Andalucía por fin se ha aprobado la ley de mediación, pero hay que dar un paso más y dotar de los medios necesarios.
-¿Y para la custodia compartida?
-La sociedad no está preparada porque es absolutamente machista. La mujer se ve todavía como el progenitor más preparado por el simple hecho biológico. Hay que fomentar es la corresponsabilidad parental antes y después de la ruptura, pues hay padres que están comprometidos y tienen que tener los mismos derechos que las madres. La idoneidad por el hecho biológico es fruto del más rancio machismo.
-Siempre ha sido calificado como un juez rebelde y ahora más aún tras su libro...
-Para hacer Justicia se ha de ser rebelde para enfrentarse a la injusticia, a las situaciones de desigualdad. Es lo que pretendo: defender a los discriminados. Para ser juez no se pude ser pasivo.
-¿Se arrepiente de sus declaraciones tras las críticas que ha recibido?
-Me baso en datos del Observatorio de la Violencia de Género y lo que pretendo es indagar qué es el maltrato. ¿Por qué nos limitamos a seguir contando cadáveres? Para erradicar tenemos que saber cuál es el verdadero maltrato y proteger a esas mujeres. Si amparamos el abuso las perjudicamos a ellas.
-Hace poco tuvimos un caso de una mujer asesinada y que había retirado la denuncia...
-Se retira la denuncia cuando hay una situación de maltrato y esa persona no tiene confianza en el sistema, lo cual es muy penoso. También porque hay mujeres que han denunciado precipitadamente y se dan cuanta de los efectos perversos. Quien no la retira nunca es la que pone un denuncia falsa, porque tiene el objetivo claro de dañar.
-¿Qué reformas habría que abordar?
-Lo primero hacer una buena definición de maltrato, nos llevaría a hacer una selección de qué es maltrato. Lo que pasa es que por parte de ese hembrismo o feminismo talibán, como lo llamo, no interesa, porque lo que interesa es generalizar. Además se están aplicando unas normas en las que la presunción de inocencia está muy restringida.
-Usted ha llegado a decir que a las asociaciones feministas les interesa el maltrato para las subvenciones...
-Una cosa es luchar contra el maltrato y otra es luchar y vivir del maltrato. No quiero decir que no se esté haciendo un buen trabajo, pero en algunas situaciones se está abusando.
-¿Además de reformar la ley, hace falta más medios?
-La política de prevención no existe. Vamos a más condena al maltratador y yo digo que no. La mejor medicina es evitar que se den esas situaciones de tensión.
-¿La clave está en trabajar y reinsertar al maltratador?
-También. Hay que intentar reeducarles para que si salen de prisión no vuelvan a convertirse en otro peligro. A las maltratadas darles una auténtica protección y una vida segura. Así, sólo se puede proteger a diez no a cien.
-Cambiando de tema ¿Era necesario la huelga de jueces?
-Llevamos años de promesas y con una situación de colapso que afecta a nuestra dignidad e independencia. Ya hemos dicho no aguantamos más.
