Coincidencias en lo bueno y en lo malo. El ex presidente del Gobierno Felipe González y el ex director del FMI Rodrigo Rato defendieron ayer en un coloquio organizado por Repsol YPF que la crisis económica no ha tocado fondo, pero mostraron su confianza en que su duración no sea larga.
Rato señaló que en ámbitos como el mercado inmobiliario en EEUU la crisis "no ha tocado suelo", condición necesaria "para que los efectos se suavicen". La situación en EEUU es de "desaceleración muy fuerte, que podría llegar a ser recesión", añadió. En todo caso, el ex ministro popular dijo que ya se detectan algunas variables propias de una recuperación y que, pese a que "la confianza de los bancos no se ha recuperado", es probable que durante los resultados del primer y segundo trimestre del año las empresas reflejen "todo lo que se ha perdido".
Además, se negó a adelantar un pronóstico acerca de lo que sucederá, ya que, ironizó, "no es fácil hacer previsiones, sobre todo sobre el futuro". "Los bancos ya están captando capital y los efectos continuarán durante el tiempo de encarecimiento de crédito" añadió, antes de advertir de la "mala combinación" de alta inflación y bajo crecimiento.
Por su parte, González indicó que "parece que la crisis va a continuar", y pronosticó un ajuste "duro pero rápido". "El ajuste rápido va a tener implicaciones sobre cómo se van a desplazar las relaciones de fuerza en el mundo", añadió. El ex presidente del Gobierno elogió al ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan, a quien calificó de "brujo", y aseguró que, al contrario de los ocurrido con el crack del 29, esta vez "no se verá a la gente tirándose desde la planta cuarenta" de los edificios.
Rato además consideró que tras la crisis financiera es "difícil" que el precio del dinero vuelva a niveles "tan bajos" como el de los últimos años. Explicó que la situación actual tiene como peculiaridades el "boom" en los precios de las materias primas, la inflación y los desequilibrios sociales.