Los peatones que a media mañana de ayer transitaban el Prado de San Sebastián no dieron crédito a lo que vieron. Varios coches de bomberos y ambulancias se dirigían en procesión a la puerta del Casino de la Exposición. Hubo quien se temió lo peor pero, por fortuna, ningún humo tiznó las paredes del valioso edificio. Tampoco era un simulacro. La original concurrencia de estos vehículos obedecía a la inauguración de la I Feria de la Salud que se desarrollará hasta mañana sábado al mediodía.
Lejos de reflejar preocupación el semblante de las varias decenas de pequeños que aguardaban a estas ruidosas ‘carrozas' era poco menos que el que se les queda cuando, a lo lejos, ven venir a Baltasar en la cabalgata. En este caso nadie regalaba caramelos si no invitaciones a ponerse un casco y a adentrarse en el maravilloso mundo del coche de bomberos, un acorazado con mil y un botones y posibilidades que dejó boquiabiertos al entusiasta público que se asomó a él.
Y mientras unos comprobaban lo que pesa la nada ligera manguera, el enorme caudal de agua o la longitud de una escalera no apta para quien tras un viajecito en el canguro de la Feria acaba mareado, otros preferían conocer el interior de unas ambulancias que provocaban un enorme asombro entre los más menudos. "¿Y eso para qué sirve?, ¿y eso?, ¿y aquello?, ¿y eso para qué es?" Con paciencia todas las preguntas fueron contestadas con el mayor de los esmeros, especialmente cuando un vivaracho personaje de siete años interrogó al enfermero por las posibilidades prácticas del desfibrilador...
Claro que no todo en la Feria de la Salud es terreno abonado para quien mide menos de un metro cincuenta. Dice el Ayuntamiento de Sevilla que la iniciativa pretende ser "un espacio único para la ciudadanía y un punto de encuentro para reflexionar, formar e informar sobre la promoción, prevención y protección de la salud en nuestra ciudad". Expuesta la teoría conocer cómo se ha llevado a la práctica pasa sí o sí por dejarse ver por el Casino. ¿Acaso se imagina a los niños divirtiéndose a manguerazos y usted ya se ve sentado ante un doctor que le cuenta los pormenores de la atención geriátrica? Se equivoca.
Las imágenes de ayer se repetirán hoy así que lo que aquí se cuenta le dará una imagen cabal. Y es que mientras los pequeños le cogían el punto lúdico a esto de la salud, los mayores aprendían a hacer fáciles ejercicios en una carpa anexa al edificio del 29. Otros en cambio preferían algo más reposado y se ponían al tanto de las posibilidades que ofrece Internet y de todos los recovecos de Salud Responde.Una gymkhana saludable, una muestra de teatro con títeres (eso sí, con moraleja incluida) y una zona expositiva con áreas informativas sobre el Sida, la discapacidad o la salud en la tercera edad son otras de las propuestas que gozaron de una concurrencia nada desestimable para tratarse de la jornada inaugural de la primera edición. ¡Casi nada!
Pero donde esta I Feria de la Salud parece haber acertado de pleno es en la programación de los talleres. Los sentidos, la relajación, la risoterapia, el desarrollo personal, la autoestima a través del flamenco o la arteterapia son algunas de las cuestiones que centran las múltiples sesiones que se celebrarán hasta mañana.Así que, si a priori éste podría resultar un plan no del todo estimulante, al llegar a esta línea habrá podido comprobar que pasar por aquí es una decisión acertada.
¿Que todavía no ha acabado de animarse? Sepa entonces que hoy, durante toda la mañana, se celebrará un juicio al tabaco en la que el nicotinado producto lleva las de perder. Y que por la tarde -y siempre en el Casino- se sucederán talleres de sexo seguro y de prevención de accidentes en las personas mayores. Todo gratis, porque la salud bien lo vale. Y de aquí saldrá sanito, sanito.
