Una avalancha en el pico del Tacul, en el macizo alpino del Mont-Blanc, en la noche del sábado ha causado ocho heridos y al menos ocho desaparecidos sobre los que la ministra del Interior, Michelle Alliot-Marie ha dicho hoy que no hay esperanzas de encontrarles vivos.
"No hay ninguna posibilidad de encontrar a algún superviviente", ha declarado la ministra, que se ha desplazado a la zona del accidente, horas después de que los equipos de socorro suspendieran la búsqueda por riesgo de desprendimiento de placas de nieve.
Alliot-Marie agregó que "es extremadamente difícil saber con certeza cuántas personas han quedado atrapadas en la avalancha", aunque subrayó que "gracias a los medios técnicos" están seguros de que hay gente bajo la "monumental avalancha" de nieve.
Según habían informado anteriormente las autoridades, entre los desaparecidos cinco son austríacos y tres suizos. Cinco de los heridos son de nacionalidad francesa y los otros tres son italianos, con edades comprendidas entre los 26 y los 37 años.
La avalancha, que tuvo lugar a 3.600 metros de altura, adquirió una anchura de 200 metros y una longitud de 50 metros.
La titular francesa del Interior, Michèlle Alliot-Marie viajará a la zona del accidente y visitará a los heridos en el hospital de Sallaches, para reunirse después con los equipos de socorro que participan en la operación, indicó el Ministerio en un comunicado.
El alcalde de Chamonix, Eric Fournier, ha cortado durante el día de hoy el acceso a los alpinistas al pico de Tacul, que tiene una altura total de 4.248 metros.
Los equipos de socorro, integrados por unos cuarenta profesionales, rastrean la zona apoyados con tres helicópteros, uno de ellos italiano.
La última avalancha con víctimas en los Alpes se produjo en enero de 2006, cuando tres militares perdieron la vida en el macizo de Divouly.
