Cultura

"Al PP le vienen bien los votos de la caverna: les harán ganar"

El periodista presenta su libro ‘Las mil frases más feroces de la derecha de la caverna’

el 18 nov 2011 / 19:43 h.

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-¿Este libro trata de refutar la idea de que a todo el mundo, en la izquierda y en la derecha, se le puede calentar la boca?

-Sí, y es también lo que quiero demostrar con mi blog: que no todo es lo mismo, que se trata de una batalla desigual. No es cierto que ambas partes insulten, infamien y estén en una guerra de exterminio del enemigo. Para eso he escogido mil frases de entre 18.000 que tenía inicialmente.

-¿Y la izquierda, no tiene su caverna?

-Yo no la conozco. Si la tienen, no se manifiesta en los medios de alcance nacional. Tenga en cuenta que para hacer mi libro no he tenido que irme a buscar en webs clandestinas de nazis perdidos, sino que he ido a El Mundo, ABC, La Gaceta, La Razón... Y webs de alcance nacional, y en emisoras como Intereconomía.

-¿Que líneas rojas no debería traspasar jamás la prensa?

-Depende de en qué fórmula. En la información, lo que no se puede traspasar nunca es la línea de la mentira, o de la manipulación. Creo que ahí estaríamos todos de acuerdo, pero lo incumplen a todas horas. Y en el artículo de opinión, con su carga de subjetividad, creo que no se puede dar por hecho cosas falsas, además de mantener el mínimo respeto a la persona. El insulto vociferante, zafio, grosero, deberíamos evitarlo entre todos.

-Usted, que se desayuna cada mañana estos platos...

-Leo de noche. Me los ceno.

-¿...hasta qué punto cree que contienen una ira genuina, y cuándo hay sobreactuación?

-Si le he de ser sincero, me da igual, no soy psicólogo. En muchos hay una impostura clarísima, en otros casos son simplemente fanáticos, y los hay que reúnen ambas cosas. Jiménez Losantos confesó que sus hijos le preguntaban cómo podía decir esas cosas que dice, y él contestó: ¿y cómo creéis que estudiáis en esos colegios tan caros de Estados Unidos? Yo creo que hay otras maneras de hacerse rico. Cuando escoges una, es porque te sientes cómodo o crees en ella.

-Una idea central del libro es que la extrema derecha, que a diferencia de otros países europeos no tiene representación política en España, se siente reflejada en el PP. ¿Eso obliga al propio PP a extremar el discurso?

-Rajoy lo sabe hacer muy bien, es muy muelle. Y cuando en una tertulia como El gato al agua oyes decir ante González Pons que el presidente del Gobierno es un canalla y un asesino, podrías esperar de quien se prevé que gobernará pronto un rasgo de sensatez, una llamada a la cordura. No lo hacen nunca: se sienten muy cómodos en ese ambiente, aunque no sea exactamente el suyo. No son íntimos amigos, pero les vienen muy bien esos votos, los que seguramente les van a hacer ganar.

-¿No hay temor de que eso alimente un fuego que puede quemarles a ellos mismos?

-Naturalmente, volvemos a la época de Maricomplejines. Es un fenómeno muy parecido al de Estados Unidos, donde el partido republicano se está arrepintiendo cada día de haber metido en sus filas al Tea Party, porque les lleva a posiciones imposibles, de extramuros. Como no tenga cuidado, al PP le puede ocurrir algo similar.

-¿Bajará el bizcocho después del 20-N, o la previsible euforia exacerbará las posiciones?

-En un primer momento, van a exacerbarse. Ya pasó en el 96. Unos medrarán y otros se quejarán, y empezarán otra vez a soltar leña. Seguirán los de la cuerda de Federico dando caña a Rajoy, que es donde ganan fuerza, tirando del partido hacia la derecha...

-Viene a presentar su libro a Sevilla, donde escribe uno de los más asiduos de su colección, Antonio Burgos. ¿Algo que añadir?

-Burgos es uno de los ejemplos más zafios de la prensa española. Basta leer las frases que saco de él. El problema es que la gente de izquierdas no lee a los fachas, y cuando los ve en mi libro se quedan asombrados. Que un periódico de referencia como ABC dé acomodo a tal sarta de insultos, infamias y vilezas... Eso se puede escribir en un panfleto, en una hoja volandera. Pero un periódico decente, honesto, que pretenda representar a la ciudadanía, no publicaría jamás a Antonio Burgos.

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