La rama de Al Qaeda en el Magreb pidió ayer la excarcelación de varios presos islamistas en Mauritania a cambio de la libertad de tres cooperantes españoles que mantiene secuestrados, lo que podría complicar una liberación que hasta ayer se creía inminente, según fuentes próximas a la negociación en Bamako.
Desde el Ministerio de Exteriores, no obstante, Miguel Ángel Moratinos aseguró que el Gobierno no ha recibido "nada" y por tanto no da "credibilidad" al "rumor" sobre las nuevas exigencias.
Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) añadió a sus reivindicaciones económicas la exigencia de liberar a activistas encarcelados en Mauritania, algo que rechaza frontalmente el Gobierno de Nuakchot. Hasta el momento, AQMI había demandado la puesta en libertad de islamistas presos en el caso del rehén francés Pierre Camatte, liberado el 23 de febrero, y de la pareja italiana que mantiene secuestrada desde el pasado 17 de diciembre, pero no había hecho referencia a los cooperantes españoles en sus últimos comunicados.
Optimismo. Esa ausencia de reivindicación respecto a los españoles, unida al optimismo expresado en las últimas semanas por las autoridades malienses en cuanto a su secuestro, hacía pensar en que el grupo que raptó a Alicia Gámez, Roque Pascual y Albert Vilalta, se limitaba a pedir un rescate económico por ellos. La exigencia de liberación de activistas islamistas encarcelados, sin embargo, complica las cosas.
De hecho, el primer ministro mauritano, Mulay Uld Mohamed Lagdaf, aseguró en Nuakchot que su país "jamás negociará con los terroristas" de AQMI para excarcelar a presos salafistas a cambio de la liberación de rehenes. Lagdaf explicó que "se están siguiendo tres estrategias para tratar la cuestión del terrorismo", y que ninguna de ellas pasa por la negociación.
Según expuso, estas vías son: el diálogo con los terroristas para convencerles de la contradicción entre sus métodos y la religión musulmana, la inserción de los jóvenes mauritanos a través de proyectos económicos, y, "finalmente, la fuerza".
La noticia de la nueva petición de los captores de los españoles llegó a través de uno de los negociadores, a la reunión que mantenía en Bamako el Consejo Superior de la Defensa de Mali presidido por el jefe del Estado, Amadou Toumane Touré. La reunión, en la que participaban los máximos cargos del Ejército y los ministros responsables en materia de seguridad, debía adoptar una nueva estrategia en la lucha antiterrorista maliense a raíz del conflicto desencadenado con Argelia y Mauritania tras la puesta en libertad de cuatro islamistas encarcelados en Bamako.
Diplomacia. Ambos países vecinos de Mali y claves en la lucha antiterrorista en la región llamaron a consultas a sus embajadores en Bamako tras la excarcelación de cuatro presos, una de las condiciones que había exigido la red Al Qaeda para liberar a Pierre Camatte.
El francés fue liberado dos días después de que salieran de la cárcel los presos, una decisión calificada por Argelia y Mauritania de "actitud no amistosa" de Mali que debilitaba los esfuerzos por coordinar la lucha antiterrorista entre los países de la zona. Argelia acusó además a Bamako de "no respetar" la Convención bilateral de cooperación judicial entre ambos países.
Los cooperantes españoles de la ONG barcelonesa Acció Solidaria fueron secuestrados el 29 de noviembre, cuando integraban un convoy con ayuda humanitaria que transitaba por la principal carretera del país. Después fueron llevados al norte de Mali. La organización evitó ayer comentar las nuevas informaciones.
