Cuando se cumplen cinco años de la caída de Bagdad, Al Sadr ha llamado a sus decenas de miles de seguidores a una manifestación masiva contra la "ocupación estadounidense". "El momento ha llegado para expresar nuestro rechazo y elevar nuestras voces contra el injusto ocupante y el enemigo de las naciones y la humanidad, y contra las horribles masacres cometidas por el ocupante contra nuestra honorable gente", señaló el clérigo chií en un comunicado emitido por su oficina en la ciudad santa de Nayaf.
Los milicianos de Al Sadr esperan que la manifestación reúna a millones de personas. Por su parte, un portavoz del Gobierno comunicó que no impedirán las manifestaciones mientras sean pacíficas. Las milicias del clérigo, que acordaron una tregua con el Gobierno iraquí en agosto de 2007, rompieron el alto el fuego con Maliki y las fuerzas estadounidenses hace apenas diez días y rebrotaron los enfrentamientos armados en la ciudad de Basora, por la que pasa más del 80% del crudo del país. Tras las reuniones mantenidas por Al Sadr con el gobierno iraquí, ahora llama a sus seguidores a la acción pacífica.
Más víctimas. Al menos cinco policías iraquíes murieron y otros nueve resultaron heridos en un tiroteo con soldados del Ejército estadounidense en Hila, capital de la provincia de Babel, según fuentes policiales.
El Ejército de EEUU no ha dado todavía su versión sobre el suceso. Pese al aumento de la violencia, EEUU reducirá el número de sus tropas.
En otros incidentes, un soldado iraquí murió y otros tres resultaron heridos después de la explosión de una bomba bajo su vehículo en la plaza Qahtan, al oeste de Bagdad, mientras que dos estudiantes de Medicina resultaron heridos por un artefacto que estalló junto a una universidad en el este de la capital.
En Mosul, al menos siete personas, todas civiles, murieron y otras 12 resultaron heridas tras la explosión de un camión bomba conducido por un suicida contra un puesto de control, a 400 kilómetros al norte de Bagdad.
Sin embargo, de acuerdo con un comunicado del Ejército de EEUU, el número de muertos en el atentado fue de cinco, mientras que los heridos ascendieron a 19, de los que 10 eran militares.
El suicida empotró el camión lleno de explosivos contra un puesto militar mientras los agentes controlaban el paso.
