Rubén Castro y Jorge Molina celebran un gol con Dorado.
El Betis regresó de Cartagena con su segunda derrota liguera y tres puntos menos, pero el daño para el conjunto verdiblanco va a ir más allá de lo estrictamente clasificatorio. Los dos únicos delanteros de su plantilla, Rubén Castro y Jorge Molina, abandonaron el estadio Cartagonova con problemas físicos y ayer por la mañana, tras las pertinentes pruebas médicas, el club los incluyó en su parte y el entrenador reconoció que no tiene nada claro que ambos estén disponibles para el partido del próximo sábado. Según Pepe Mel, son "seria duda" para ese compromiso liguero frente al Barcelona B.El caso más preocupante es el de Jorge Molina. En la primera parte, el alcoyano se golpeó contra una valla y ya entonces se resintió de un fuerte dolor en la rodilla derecha; incluso fue tratado por el médico, pero siguió jugando hasta el minuto 74. Dos días después del encuentro, el ariete ni siquiera estuvo ayer en la ciudad deportiva. En vez de entrenarse tuvo que acudir a la clínica y allí vieron los médicos que sufre un esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha. Como mínimo estará 48 horas en tratamiento médico, pero en principio se antoja muy improbable que esté apto para jugar el sábado. El jugador y el entrenador están muy inquietos, y razón tienen, ya que se trata de una recaída de la grave lesión que padeció Jorge Molina en el encuentro copero ante el Salamanca y que le obligó a perderse casi dos meses de competición. Aquella lesión fue exactamente la misma que ahora y en la misma articulación, de ahí la preocupación general.
En cuanto a Rubén Castro, padece una sobrecarga en el tríceps sural de la pierna izquierda, un músculo constituido por la unión de los gemelos y el sóleo, que se insertan en el calcáneo del pie a través del tendón de Aquiles. Es por tanto una zona delicada y lo último que quiere el cuerpo técnico es que la sobrecarga degenere en una contractura o rotura, en cuyo caso el periodo de baja se iría a varias semanas. Los médicos han prescrito al canario 24 horas de tratamiento antes de comprobar su evolución y la impresión es que llegará a tiempo al próximo partido. La lesión, por cierto, tiene mucho que ver con la falta que sobre él cometió Botelho y que el árbitro no vio; aquel fue el principio de la jugada cuyo desenlace fue la falta del 1-1.
EMANA, MIGUEL LOPES Y DORADO, OK. La doble mala noticia llegó el mismo día que Emana y Miguel Lopes, de baja en los dos últimos partidos, se entrenaron con el grupo, igual que Dorado, que se perdió el choque de Cartagena por una tortícolis. Emana, de hecho, ya tiene el alta médica. Los tres estarán disponibles para el encuentro de este fin de semana contra el Barça B.
