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Alaska, de diva a vedette de variedades

Olvido Gara y Nacho Canut repasaron los grandes clásicos de su carrera en un muy trabajado espectáculo de variedades.

el 16 jun 2012 / 18:50 h.

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Un auténtico espectáculo de variedades. Plumas, lentejuelas, empinadas escalinatas, tacones imposibles, mucha carne... y Alaska, más diva que nunca. El concierto que Fangoria ofreció la noche del viernes en el Auditorio Rocío Jurado sobrepasó con creces la calidad artística y la escenografía de los dos anteriores que el grupo formado por Olvido Gara y Nacho Canut había realizado en la capital hispalense en 2010, durante el primer Orgullo LGTB de la ciudad, y en 2004, en el Monasterio de San Jerónimo. La propuesta no podía ser más original y vistosa. Una revista musical en toda regla con la que desgranaron los temas del último disco de la banda, El paso trascendental del vodevil a la astracanada, un álbum con el que este dúo celebra sus dos décadas de trayectoria, revisitando y reinventando los grandes éxitos de Dinarama y Pegamoides. Los más recordados.

Antes de la actuación principal, el encargado de caldear el ambiente fue el marido de Alaska, Mario Vaquerizo, que pinchó durante una hora temas comerciales. Tras un breve descanso, apareció ella en lo más alto del escenario, cual pavo real, ataviada con plumas y un ceñido mono rosa -se cambió de vestuario tres veces durante la noche-. Sonaron auténticos himnos generacionales como Bailando o A quién le importa, canciones completamente alejadas de la corrección política como Un hombre de verdad o ¿Cómo pudiste hacerme esto a mí?, y nuevas versiones de Perlas ensangrentadas o Mi novio es un zombi. Todas ellas iban alternándose con algunos de los singles de las dos últimas décadas de Fangoria: No sé qué me das, Eternamente inocente, Retorciendo palabras, Miro la vida pasar, Criticar por criticar, Más es más o la ultimísima Absolutamente.

Y todo ello mezclado con algunos guiños a Lady Gaga, artista de cuyos temas sonaron algunos fragmentos.Una fingida despedida cuando aún no había sonado la canción que todos esperaban sirvió para que el público se entregara más a su diva. Le cantaron cumpleaños feliz hasta reventar (Olvido cumplió 49 años hace pocos días), aplaudieron al compás, aclamaron pidiendo una canción más cuando, de repente, volvieron al escenario. Como introducción, un remix de los temas quizá menos conocidos o reversionados de Alaska, como Sospechas, un nuevo baile y, al fin, ahí estaba: "Dónde está nuestro error sin solución, fuiste tú el culpable, o lo fui yo...". Ni tú ni nadie puso el broche de oro al concierto. Y así, entre los aplausos del público, Olvido se despidió agradeciendo las felicitaciones y deseando un "feliz Orgullo" a todos.

El concierto, enmarcado dentro de la gira Operación Vodevil, contó sobre el escenario además con los coros de Spunky, prácticamente el 50% de la voz de Alaska durante la noche, y con la bailarina Susana Reche, vedette que además ofreció un amago de streptease, de muy buen gusto, con el atuendo propio de los espectáculos de variedades, acompañada por los muy aclamados bailarines Lara, Raúl y Fran. Sin olvidar a Vaquerizo, que apareció una vez sobre el escenario para saludar y que no perdió de vista a su esposa, desde bambalinas, acompañado por Vicky Martín Berrocal.Lo cierto es que Fangoria no llenó ni de lejos el Auditorio, algo no atribuible al grupo ni al espectáculo, sino a una escasa campaña de promoción llevada a cabo por los organizadores del Hyundai Park Music, evento que patrocinaba la actuación. Ni entrevistas previas ni una campaña de publicidad que diera difusión suficiente. En público, el espectáculo pinchó.Pese a todo, la fiesta no terminó ahí. Como no podía ser de otra forma en una gran revista, el público salió del Auditorio con buen sabor de boca, bailando y coreando una canción que no podía faltar: "Emocionada, y agradecida, solamente puedo decir, gracias por venir". Que vuelvan pronto.

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