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«Alaya no puede hacer un magma incontrolable sin saber dónde va a llegar»

ENTREVISTA. Baltasar Garzón, el que fuera magistrado de la Audiencia Nacional, estuvo ayer en Sevilla para presentar la Unión de Juristas Independientes de Andalucía, de la que es presidente de honor. Una asociación cuyo objetivo es velar por los derechos de los ciudadanos.

el 21 mar 2014 / 00:13 h.

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Baltasar Garzón posa en las instalaciones del hotel Ayre Sevilla, donde ayer presentó una nueva asociación judicial. / Pepo Herrera Baltasar Garzón posa en las instalaciones del hotel Ayre Sevilla, donde ayer presentó una nueva asociación judicial. / Pepo Herrera Presidente de honor de esta asociación, que nace con unos objetivos ambiciosos... Ambiciosos pero necesarios. La defensa de los derechos de los ciudadanos desde la abogacía es imprescindible. Garantizar que la Justicia sea ágil, independiente y que la imparcialidad de los jueces se preserve dice bastante del ánimo con el que nace esta entidad, que va dirigida a aquellos más necesitados de protección. Usted ha sido muy crítico con la reforma del Gobierno sobre la Justicia universal. ¿Qué consecuencias tiene esta limitación? La acción que han perpetrado a través del Parlamento no puede ser defendida porque una ley que consolida y garantiza la impunidad en la persecución de crímenes de guerra o genocidios y que conlleva una pérdida de derechos de las víctimas tan drástica no puede ser defendida. Es inconstitucional porque incumple los convenios internacionales e invade la división de poderes, usurpando la función judicial. Sólo les digo que no lleven ese ánimo exprés que tienen hasta el final, permitiendo la salida por la alcantarilla de la democracia de una ley que nunca debió ver la luz. ¿Y qué le parece la postura de la Fiscalía? ¿Debe ser más clara? La Fiscalía recurre la decisión del juez Pedraz porque impide el acceso a la inconstitucionalidad. Eso no es verdad. Pedraz puede perfectamente plantearla o sugerir que lo haga la Sala. Lo que el fiscal tendría que hacer no es sugerir, sino plantear la inconstitucionalidad. Así aclararía cuál es su postura, porque nunca ha sido muy favorable a la Justicia universal. ¿Echa de menos el día a día en la Audiencia Nacional? No. Tengo mucho trabajo y estoy desarrollándolo en ámbitos muy parecidos a los de antes, tanto al frente de la Fundación Internacional Baltasar Garzón, como en Argentina en el Centro de Promoción de Derechos Humanos de la Unesco y en algunas universidades. Pero sobre todo sigo fiel a la defensa de las víctimas y la acción comprometida en organismos internacionales. El Supremo se ha opuesto al indulto solicitado para usted por una asociación judicial ¿Prosperará? Es un tema que no está en mi agenda de prioridades. Lo que me molesta es que se interpreten las normas con un criterio si la persona se llama Baltasar Garzón y con otro si se llama de otra forma. O que se inventen requisitos como el arrepentimiento. No me tengo que arrepentir. Hay una condena que estoy cumpliendo. No me revictimice más, exigiendo que clave la rodilla. Su caso, el de Elpidio Silva... ¿En España se castiga a los jueces que se atreven a ir contra el poder? Lo que digo con carácter general es que resulta muy difícil asumir en una democracia que se juzgue y se condene a jueces por interpretar la ley. El principio de libertad de interpretación impide las condenas por ese motivo pues hay mecanismos por si ésta no es correcta, revocarla. Si la jueza Alaya se equivoca, llega la Audiencia revoca la decisión y continúa. Y a nadie se le ha ocurrido juzgarla. ¿Por qué en mi caso sí, cuando lo apoyaron cinco fiscales y otros jueces?. Que contesten ellos. ¿La jueza Alaya, con el caso de los ERE, o el juez Castro, con Noos, pueden terminar en el banquillo? Hay que establecer mecanismos de protección de independencia de los jueces, pero somos ciudadanos e iguales ante la ley. Tampoco es bueno hiperproteger al juez o al fiscal que delinca. Lo que los jueces deben hacer, sobre todo en casos complejos como los de corrupción, es agilizar los procesos. Sé que es difícil pero es indispensable. O cambiamos la mentalidad de jueces y medios, pues porque una persona acuda a un juzgado ya no es culpable. La prudencia es la norma que debe regir a los jueces y deben abandonar posiciones que pueden ser criticadas al tomar medidas. En el caso de los ERE hay quien critica la instrucción de Alaya porque la está demorando... Que quiere que le diga cuando en el caso Mercasevilla se consiente que aparezcan informaciones como que el juez Garzón dio una conferencia por 6.000 euros. Lo que no se cuenta es que fue declarado. El dejar la sospecha a los ciudadanos de que hay algo raro, eso debe desaparecer. Los jueces no pueden permitir que la lentitud genere una situación perjudicial. Cualquier decisión debe de ser entendible y debe acompañarse de medidas que evidencien que la investigación va a tener un resultado. Lo que no podemos hacer es una especie de magma incontrolable que no sabemos dónde va a llegar. Es malo para todos y sobre todo para los afectados. Uno de sus casos que más críticas levantó fue su investigación por los crímenes franquistas ¿Sigue siendo la Memoria Histórica una asignatura pendiente de este país? Sin lugar a dudas, es uno de los capítulos pendientes de la democracia española. En Andalucía se ha presentado un anteproyecto que va más allá de la propia ley, pero creo que todavía no es suficiente. El objetivo no es sólo reparar esa memoria, reconciliar o recuperar unos restos, es evitar que sucedan en el futuro. A mí me preocupa mucho que 75 años después sigamos con la negativa a reconocer un hecho incontestable que todos los organismos de derechos humanos internacionales que nos están enfrentado a la cara. Eso es lo que le echo en cara al Gobierno y al PP, ya vale. Uno de los grandes problemas que tenemos es la vivienda y los desahucios. En Sevilla hay un bloque ocupado que ha llevado su caso hasta Estrasburgo ¿Está mirando el Estado para otro lado? Sin lugar a dudas. Es inaceptable en un sistema democrático la desigualdad social que está provocando la crisis en España. Se está abriendo una brecha como en ningún otro país y es un fracaso estrepitoso cuando se producen situaciones como ésta, pero interesa más consolidar viviendas en líneas de playa para rehabilitar el turismo. Inmigración. ¿Se podría hablar de responsabilidades penales con lo que está ocurriendo en la frontera con Marruecos? Esto revela es una falta de política real integral. Si la UE y el PP piensan que poniendo verjas evitan que entren estas personas, vamos a tener los mismos problemas porque no tienen más alternativa. Y, desde luego, no se les puede recibir con balas de gomas. ¿Volverá a la carrera judicial cuando cumpla su inhabilitación? Eso es como el tango: volver, volver.No me lo planteo. Obviamente, tomaré posesión para consolidar la posición y probablemente en ese momento tome une decisión.

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