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Alberto Baraja, el rostro amable del verano en Tercera

Ha anotado 5 goles y ha enterrado en el olvido la grave lesión que paralizó su explosión definitiva el ejercicio anterior en Mairena.

el 18 ago 2013 / 12:03 h.

IMG_2196 Alberto Baraja posa para El Correo de Andalucía. Foto: B. Ruiz. Alberto Sánchez Conde es un auténtico desconocido en el fútbol hispalense. Su nombre de guerra nació en una plazoleta de Sevilla Este durante un juego de niños y en una tarde cualquiera. Alberto Baraja es el fichaje revelación del Coria de Mariano Suárez, su valedor, y uno de los extremos de mayor proyección del mapa provincial. “Cuando era pequeño siempre me pedía ser Pipo Baraja -exjugador del Valencia-”, explica de forma elocuente el pichichi del once ribereño en los bolos estivales. Ha anotado 5 goles y ha enterrado en el olvido la grave lesión que paralizó su explosión definitiva el ejercicio anterior. Una rotura del quinto metatarso que le privó de disputar el play-off de ascenso a Segunda División B con el CD Mairena, un club al que agradece “la oportunidad” brindada después de abandonar la cantera del Betis. Es el mayor de una familia en la que su hermano pequeño, Manu, trata de triunfar a las órdenes de Samuel Mesonero, Pepo, en el Sevilla Este de Preferente Juvenil. A sus 20 años, Baraja asume sin vacilar ni un instante el papel que deberá exhibir en el conjunto de Mariano Suárez. “Yo jugaré de lo que considere oportuno el míster. Ya estoy acostumbrado a ser el comodín”, apunta con una sonrisa. Es su primera entrevista, aunque defiende su discurso con entereza y hasta gesticula. Está cómodo en el encuentro y no rehúye ningún tema. “He llegado a un gran club”, dice. “Eso se nota desde el mismo día en el que firmas. Cuando se hizo oficial mi fichaje me felicitó mucha gente por Twitter”, explica. Denota felicidad en el diálogo y sus ojos brillan cuando habla de futuro. Muestra la cicatriz de su pie sin reparos y recuerda su etapa en el Mairena con satisfacción. “Estuve 28 jornadas a tope y, aunque me perdiera el play-off, los recuerdos son bonitos”, indica con calma. Sin embargo, el final de temporada fue un calvario. “Lo superé gracias a mi familia, a mi novia y a mi padre -Manuel-, que siempre ha estado conmigo. Su apoyo fue fundamental”, espeta con un tono de voz más pausado que de costumbre. En verano, su agente, Eusebio Rufián, recibió varias llamadas de Tercera, pero el Coria era su prioridad. “A mi representante se lo dije claro: Me ha llamado el Coria, ciérralo”, reflexiona. Alberto Baraja elogia a los capitanes y apunta sin temor al objetivo real fijado en el vestuario. “Hay que ir a ganar cada partido. No es imposible que nos metamos en el play-off. Los veteranos están dispuestos a tirar del carro y los jóvenes tenemos que tener clarísimo que tenemos que aportar nuestro granito de arena”, argumenta. Baraja afronta el próximo curso con el reto mayúsculo de repetir hazaña y la esperanza de vivir un ejercicio fantástico en un club con solera.

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