La oferta de plazas hoteleras del municipio no es suficiente, aunque sí lo es su riqueza medioambiental. De ahí que el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra trabaje actualmente para que el municipio se convierta en un destino para los visitantes que quieran pasar un día en el pueblo.
El trabajo con distintos touroperadores para atraer más visitas a la ciudad es una de las vías en las que la concejalía de Turismo está haciendo hincapié para que el municipio sea jornada de destino de los visitantes de Sevilla y el resto de la provincia por su amplia oferta, no sólo ya desde el punto de vista medioambiental, sino también monumental.
La concejal de Turismo, Laura Ballesteros, se mostró ayer optimista al respecto. “Se han mantenido buenos contactos para que esta vía funcione, y las experiencias en este sentido han dado muy buenos frutos”, recalcó. También aclaró que es una apuesta para vender una jornada en la que, además de ver monumentos, tengan un alto contenido medioambiental y de sostenibilidad “que pocas ciudades pueden ofrecer y menos en un área metropolitana”.
De hecho, esto discurre paralelo a la consecución del Plan Turístico Riberas del Guadaíra, en el que se trabaja no sólo para dotar a la ciudad de equipamientos, sino para recuperar este espacio en todo su esplendor. “Es uno de los proyectos emblemáticos de la ciudad por su importante patrimonio, pero que necesitaba de equipamientos, que espero que estén funcionando en su mayoría a corto plazo para apoyar el turismo”, enfatizó.
La edil acompañó ayer al alcalde, Antonio Gutiérrez Limones (PSOE), a visitar las instalaciones del Centro de Turismo Sostenible, con el objetivo de celebrar con grupos de alumnos del instituto Albero el Día Mundial del Turismo que en la ciudad se concreta con el citado plan.
Dicho proyecto partió de un convenio entre la Consejería de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra por el que se invierten tres millones de euros (al 60% y 40% respectivamente) con horizonte en junio de 2011 para su finalización. Incluye intervenciones en equipamientos que bordean la ribera, como mejoras en los accesos de la fortaleza, la creación del centro de interpretación de la misma y la conversión de la antigua harinera en un museo del pan, industria a la que tradicionalmente estuvo vinculado el municipio como fuente de riqueza.
