Todos estos datos proceden del proyecto Huella de Carbono puesto en marcha por la Consejería de Medio Ambiente, en el que, a través de herramientas estadísticas se calculan las emisiones de cada uno de los 771 municipios de la comunidad.
Por otro lado está la contaminación por ozono: el último episodio grave de contaminación en el municipio tuvo lugar el pasado 7 de julio y fue detectado por el control de la calidad del aire de la Junta de Andalucía. Sólo durante el pasado mes de julio, según este control de calidad, hubo 18 días en los que la calidad del aire fue mala o muy mala en el municipio.
Por desgracia, en Alcalá de Guadaíra está empezando a ser normal alcanzar niveles altos de ozono troposférico en primavera y verano. Esto sólo se puede relacionar con el aumento de la contaminación debido al uso del coche y por las políticas de movilidad. Habitualmente en los meses de verano, se superan los valores de concentración de 180 microgramos por metro cúbico de aire de media horaria, límite de información a la población para que se adopten precauciones.
Según los datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente, en la estación de Alcalá de Guadaíra se alcanzaron los 183 microgramos por metro cúbico de aire de media entre las 17.00 y las 18.00 horas del citado día.
Desde la Administración autonómica se recomienda a la población que en las horas centrales del día permanezcan al resguardo del sol. En especial se pide a las personas pertenecientes a grupos de riesgo -niños, ancianos y personas con problemas respiratorios- que no realicen "esfuerzos corporales desacostumbrados y largos al aire libre".
Huella de Carbono. La aplicación informática desarrollada por la Consejería de Medio Ambiente permite a cada municipio tener una primera estimación de las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero. Según los datos ofrecidos por la delegación provincial, el consumo eléctrico y el tráfico son los sectores que más contribuyen al calentamiento global en la provincia. En Sevilla, el consumo eléctrico supone el 42,43% de las emisiones, que equivale a 3,9 millones de toneladas de CO2 al año. En cuanto al tráfico, éste representa la emisión de 3,6 toneladas, de las que 2,1 (el 59,11%) se corresponde a la generada por los turismos. Del resto, la agricultura supone un 9,46%, la ganadería el 5,11%, los residuos el 2,72% y, por último, las aguas residuales el 1,07%.
