Tras muchos retrasos, está en marcha el complejo funerario de San Mateo que alberga, junto al cementerio, un tanatorio dotado de crematorio y depósito de ADN. Tras una inversión de 2,7 millones de euros, servirá para ampliar estos servicios, muy demandados en Alcalá de Guadaíra.
El recinto, que debería haber abierto sus puertas durante 2008, se inauguró ayer. Una vez en marcha, dará respuesta a las necesidades de los vecinos, que hasta ahora tenían que desplazarse hasta Sevilla o Dos Hermanas. Igualmente, el objetivo es que también dé servicio a toda la comarca de Los Alcores.
El alcalde, Antonio Gutiérrez Limones (PSOE), puntualizó ayer que "con este proyecto, que tiene una visión regionalista para toda la comarca de Los Alcores, se da respuesta a una demanda de hace muchos años". En la misma línea, explicó que se trata de un servicio "moderno y eficaz y que ofrece las mejores condiciones para afrontar un momento trágico como es la muerte". Promovido por el grupo Mémora, contará con las prestaciones más demandadas actualmente en el sector, como el depósito de ADN, música en directo y ecofunerales que realizan la cremación sin contaminar el medio ambiente, entre otras.
El tanatorio se levanta en una parcela de propiedad municipal de 5.004 metros cuadrados situada junto al cementerio. Dispone de varias salas con aseos independientes y con capacidad para 14 personas, con asientos y visión del túmulo.
El crematorio consta de dos salas, una para introducción del féretro y otra para los componentes del horno, y se completa con un salón de despedida y otro de exposición de féretros. En este área más restringida es donde hay lugares para cúmulos de flores y lápidas, cuartos de limpieza y una sala de tanopraxis con aseo, además de una cochera con capacidad para tres vehículos fúnebres.
El edificio cuenta también con un área comercial con cafetería, guardería, máquinas expendedoras... Del mismo modo, se construyó para el conjunto un aparcamiento en superficie con 100 plazas y unos exteriores ajardinados.
El proyecto incluía la remodelación del cementerio, que básicamente consistió en el retranqueo de la fachada principal, el sellado de la fosa común actual y la creación de una pequeña oficina, además de vestuarios y un almacén de utensilios para el cuidado del camposanto, entre otras prestaciones para completar el complejo funerario.