I. Morillo/ M. Ureta
Las Alcaldías de 15 municipios andaluces han cambiado de color político desde las elecciones locales de 2007. La gran mayoría de los giros de gobierno se deben a mociones de censura, pero no en todos estos movimientos hay implicados tránsfugas. Chiclana, Alcaucín, Bollullos o Benalmádena son los casos más polémicos.
Tan sólo la semana pasada saltaron a la palestra dos mociones de censura en municipios andaluces. Tuvieron un final opuesto: una prosperó, la que presentó el PP en Benalmádena junto a 13 concejales de seis adscripciones para arrebatar la Alcaldía al PSOE. La otra fue un intento fallido del PA por desbancar al regidor socialista que contó con el respaldo de los populares pero no de IU. Desde que se celebraron las elecciones locales el 27 de mayo de 2007, el bastón de mando en quince municipios de la comunidad ha cambiado de signo político. Todos los partidos se han visto implicados en movimientos de este tipo.
Según los datos recopilados por este periódico, en estos dos años el PSOE ha ganado siete alcaldías y ha perdido ocho; el PP sumó cuatro y dijo adiós a seis; IU se apuntó dos -Bollullos Par del Condado (Huelva) y Mengíbar (Jaén)- y el PA se hizo con Gaucín y Alcaucín (Málaga). Las mociones de censura fueron el instrumento que en casi todos los municipios provocaron el giro político. Los que tomaron esta iniciativa alegaron que la formación que mandaba en ese momento tenía paralizado el pueblo o que urgía un "relevo democrático".
Pero hay otros ejemplos que no tuvieron su raíz en una moción. En San Roque (Cádiz) el vuelco político se desencadenó tras fallecer el regidor socialista, José Vázquez. En vez de heredar el PSOE la Alcaldía, se aupó Fernando Palma (PP) gracias a que una edil socialista se abstuvo de votar a su propio candidato. La concejal, considerada tránsfuga por su partido, fue expedientada. En un minúsculo pueblo granadino, Dólar, el regidor popular se retiró y nadie de esta formación quiso sustituirle, por lo que el poder pasó a los socialistas.
Pero no en todos los cambios de gobierno local están implicados tránsfugas. Concejales desleales con sus siglas sí tuvieron mucho que decir en los casos de Chiclana, Alcaucín o Bollullos par del Condado. El 27-M, el partido más votado en Chiclana fue el PSOE, pero un pacto entre PP, PA, IU y PSA dio la Alcaldía a los populares. Los dos ediles de Izquierda Unida fueron declarados tránsfugas al apoyar el cuatripartito. Poco después salió adelante la moción que plantearon los socialistas, respaldados por IU y PSA, y recuperaron el bastón de mando. El caso de Bollullos -el pueblo del líder de IU, Diego Valderas- fue muy polémico porque el PSOE perdió la Alcaldía tras el acuerdo anti natura entre PP e IU. Los ediles de IU fueron expedientados, igual que ocurrió en Mengíbar, donde también hubo pacto con los populares. Otro ejemplo de transfuguismo estuvo en medio del relevo en Alcaucín. El alcalde socialista, José Manuel Martín Alba, entró en prisión por corrupción urbanística y cuando se votó al sustituto, una tránsfuga del PSOE dio la Alcaldía al PA, con el apoyo también del PP.
