La que fuera alcaldesa de Sevilla durante 14 años, Soledad Becerril, ayer en la inauguración de la glorieta que lleva su nombre. / J.M. Paisano (Atese)
Frío a la sombra, calor al sol: ese era el tiempo en Sevilla pasado el mediodía de ayer, pero cerca de los Jardines de Murillo, en apenas unos metros cuadrados de pavimento, el calor humano elevaba varios grados la temperatura del aire. Un centenar de personas se dieron cita en el citado espacio para asistir a la inauguración de la glorieta que desde ahora llevará el nombre de Soledad Becerril, alcaldesa de la ciudad durante cuatro años y actual Defensora del Pueblo.
Una legislatura da para muchos parabienes si la gestión acompaña, y así parece ser a juzgar por la concurrida reunión, que dedicó prolongados aplausos a la homenajeada y fundió la batería de sus móviles haciéndose fotos con ella. Un reconocimiento importante y merecido, según dijo el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, dirigiéndose a Becerril, para quien siempre será alcaldesa, porque ese es un título que te acompañará siempre, añadió.
Fue precisamente Zoido quien alzó en brazos a uno de los nietos de Soledad Becerril, bajo la absorta mirada de otras dos nietas, para que el pequeño retirara el paño que cubría la señal con el nuevo rótulo. Su trabajo al frente del Ayuntamiento siempre me pareció ejemplar, y ahora que lo miro con ojos de alcalde, más me lo parece, dijo.
Becerril recordó que, al poco de llegar a la capital hispalense, uno de los primeros libros que compró fue Los nombres de las calles de Sevilla, de Santiago Montoto. Pensaba que para conocer bien la ciudad, había que conocer el porqué de los nombres de sus calles, recordó la que fuera Diputada por Sevilla a partir de 1986, primera Teniente de Alcalde entre 1991 y 1995, y luego alcaldesa hasta 1999.
Después de agradecer a todos los que han hecho posible que la glorieta esté rotulada con su nombre, desde los vecinos del entorno, a los que la idea le ha parecido bien hasta el pleno del Ayuntamiento con todos sus grupos, Becerril reconoció que mis años en como alcaldesa me dejaron una profunda huella, y que aunque ahora esté geográficamente más alejada, todo lo que aquí sucede me preocupa y me interesa, afirmó.
Un detalle como éste me parece demasiado, cada vez que pase me dará un poco de apuro leer mi nombre ahí, pero también es un enorme motivo de orgullo, prosiguió. Y señalando a sus nietos, agregó: Puede que algún día también ellos se pregunten: ¿Por qué mi abuela? Espero que entonces algún transeúnte se pare y les diga: Es que esta ciudad ha sido siempre muy exagerada, bromeó.
Arropada por sus amigos, la popular contó en esta ocasión con la compañía de, entre otros, el expresidente del PP-A y vicesecretario nacional de Asuntos Territoriales, Javier Arenas; el defensor del Pueblo andaluz, Jesús Maeztu; el alcalde de Mairena delAjarafe, RicardoTarno; el periodista Antonio Burgos, y numerosos delegados de distrito y concejales del actual Consistorio y del que presidió Becerril. Estas cosas suelen llegar cuando no estás. Celebrarlo con todos los amigos es algo que no todo el mundo puede disfrutar, y que agradezco de corazón, concluyó.
Finalmente, el alcalde vigente tuvo palabras de recuerdo para el exconcejal Alberto Jiménez Becerril y su esposa, Ascensión García, aseverando que todo hubiera sido distinto si aquella noche unos asesinos no hubieran asesinado a dos compañeros, por lo que subrayó la obligación moral y responsabilidad que tenemos, ya que no podemos devolverles la vida, de no olvidarlos jamás y, con ello, recordar a todas las víctimas del terrorismo, apostilló, no sin antes dirigirse por última vez a los niños: Podéis sentiros orgullosos de vuestra abuela.
