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Alegrón copero de un Betis que promete

Logró un histórico triunfo en la Romareda (1-2) y se clasifica para los octavos de final de la Copa. Partidazo de Rubén Castro, que dio el primer gol y marcó el segundo.

el 10 nov 2010 / 21:10 h.

Rubén Castro celebra el segundo gol del Betis.(Efe)

El Betis dio anoche uno de esos alegrones que tanto echaba en falta su hinchada, que lleva demasiados años viviendo todo un calvario en lo social y en lo deportivo. La Copa del Rey, la competición que más satisfacciones ha dado a los béticos en las últimas décadas, fue el escenario elegido por la escuadra de Pepe Mel para reivindicar su lugar entre los grandes de nuestro fútbol, el lugar que por historia y afición le corresponde a este equipo, al que el técnico ha sido capaz de abstraer de toda la miseria que le rodea.

El 0-1 de la ida no hacía presagiar nada bueno, pero este Betis que con tanto mimo está moldeando su entrenador, ya se vio capaz en Heliópolis de pasar por encima de los maños y anoche salió convencido de ello pese a no poder contar con su jugador más determinante, Achille Emana, lesionado al fallar en Balaidos un gol claro que le puso en bandeja Rubén Castro.

Lo del canario llegado del Dépor es para que Lotina, si los tuviera, se tirara de los pelos: ayer sumó su undécimo gol y su tercera asistencia, que en este caso no remachó su socio Jorge Molina porque justo antes de que le llegara el balón lo desvió hacia su propia portería el carrilero zurdo Contini. La jugada nació en un rápido saque de falta de Salva Sevilla que cogió a todo el equipo maño parado, protestando una supuesta falta cerca del área bética que no existió.

A los doce minutos ya había cumplido el Betis con el objetivo ineludible de marcar al menos un gol para darle la vuelta a la tortilla. Poco importó que instantes depués Jarosik estableciera la igualada porque los béticos se desprendieron de todos los complejos y empezaron a jugarle al Zaragoza como suelen hacer con todos los rivales que le salen al paso en la Liga Adelante que con tanta autoridad lideran.

Pocos pelotazos, mucha circulación, constantes movimientos y cambios de banda de Israel y Rubén Castro, desmarques de Molina, peligro siempre en el balón parado cuando está en pies de Salva Sevilla y pases al hueco, de futbolista caro, como el que dio el reaparecido Arzu para que Rubén Castro anotara el 1-2 después de dejarlo pasar entre sus piernas Molina. Un jugadón de tiralineas que ponía definitivamente de cara la eliminatoria para los béticos y empezó a retraer el ímpetu de los maños, que conforme fueron pasando los minutos veían que no había nada que hacer.

La ventaja adquirida en la primera parte la supieron defender con orden y criterio los béticos tras el descanso, y si no ampliaron su ventaja fue porque en un par de jugadas del velocísimo Rubén Castro no anduvo atinado Jorge Molina en la definición.

El Zaragoza sólo inquietó en un par de remates lejanos de Ponzio y Lafita, a los que respondió Casto con decisión, pues en los múltiples saques de esquina y balones colgados, los centrales béticos estuvieron de diez y todo el equipo mostró la madurez propia de una escuadra que sabe lo que se trae entre manos. Este Betis es  un equipo que crece cada semana y se está labrando un futuro esperanzador. Promete.

1 - Zaragoza: Doblas; Diogo, Edmilson, Contini, Jarosik; Ponzio, Gabi, Bertolo, Boutahar; Ander Herrera (Lafita, min. 31) y Braulio..

2 - Real Betis: Casto; Miguel Lopes, Belenguer, Dorado, Nacho; Iriney, Salva Sevilla (Beñat, min. 70), Arzu, Israel (Juande, min. 86); Rubén Castro y Jorge Molina (Ezequiel, min. 77).

Goles: 0-1, m. 13: Contini, en propia meta. 1-1, m. 15: Jarosik. 1-2, m. 36: Rubén Castro.

Árbitro: Iturralde González. Amonestó a Ponzio, Belenguer y Contini.

Escenario: unos 13.000 espectadores en la Romareda en el partido de vuelta de los 1/16 de la Copa del Rey. Pasa el Betis por el valor doble de los goles en campo contrario, ya que perdió 0-1 en la ida.

 

 

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