-¿Trabajar en una serie como esta, le ha ayudado a conocer un poco más la época de la República?
-Más que conocer, me ha hecho indagar sobre ese periodo que parece que queremos borrar un poco todos de la memoria.
-¿Se ha ceñido mucho al personaje o ha preguntado y se ha informado?
-Bueno... la creación de un personaje va avanzando según lo hace la serie. Creo que te mentiría si dijese otra cosa. No es como cuando haces una película que tienes toda la información de golpe. En ese sentido, las series son más complicadas.
-Su personaje es muy sufridor... ¿Sufre más por amor o por el momento político que vive?
-Por los dos. Son sufrimientos distintos. Lo único que cuando uno tiene hambre se te quita el amor y se te quita todo... Y no es que él pase hambre, sino que las circunstancias son muy duras, por eso el amor pasa un poco a sus momentos libres.
-¿Cómo ha visto a sus compañeros?
-Estoy muy orgulloso de ellos. Están todos increíbles. Me sorprendí yo mismo al ver que todos estaban bien porque, normalmente, siempre hay alguno que falla. El nivel interpretativo de mis compañeros es muy alto.
-¿Usted cree que funcionará con el público joven? Son un elenco de actores que no supera los 30...
-Yo creo que sí, porque normalmente quien retrata este tipo de época coloca a los buenos en un lado y a los malos en otro. En esta serie no hay buenos ni malos, sino razones para hacer las cosas y, cada uno tiene sus razones. Podrán gustarnos o no, pero son razones lógicas.
-Su personaje, de alguna forma, es activo políticamente. ¿Usted también lo es?
-No, para nada. Me gusta la política pero no me creo nada. Cada día pongo la tele y me creo menos lo que escucho. No creo que nadie haya cumplido lo que prometió, ni creo nadie vaya a cumplirlo, con lo cual, hasta que no aparezca alguien que me convenza y que me haga creer que realmente tiene interés e intención de hacer algo bueno por este país, no voy a tener mucha fe en la política.
-¿Cuáles son sus próximos proyectos?
-De momento la serie. No me planteo nada porque cómo no sabemos que va a pasar hasta dentro de dos o tres semanas...
-¿Qué recuerdos tiene de la serie Acusados?
-Estoy muy contento con el trabajo que se hizo. Yo disfruté muchísimo. Tuve el placer y el gran honor de trabajar con Blanca Portillo, a la que llevaba persiguiendo muchos años para poder trabajar a su lado. Tengo un recuerdo maravilloso, aprendí un montón. Volvería a hacerla aunque tuviera la mitad de la audiencia que tuvo.
-Desde que finalizó Acusados no le hemos vuelto a ver... ¿Qué ha estado haciendo?
-No trabajé en nada porque necesitaba un tiempo para mí. Han sido muchos años los que he trabajado en televisión y en cine. Esta profesión es maravillosa cuando estás con la pila cargada. Si no estás con la pila cargada, por un lado puede llegar a ser muy duro y, por otro, no te lo mereces. Así que he viajado mucho. He estado estudiando inglés, que lo tenía bastante abandonado y me hacía mucha falta. Me he reciclado personalmente viajando.
-¿Sus aspiraciones profesionales son las mismas que hace unos años?
-Sí, sí... exactamente las mismas. Uno siempre quiere llegar a más pero es que ese más no se sabe dónde está. Uno quiere hacer personajes que le llenen por dentro y que tengan un éxito tremendo.
-¿Cree que últimamente los guiones que llegan de series son mejores que los guiones de cine?
-Sí, pero también creo que eso se debe a que los guiones de cine se han reducido a la mitad. También es verdad que muchos guionistas cinematográficos se han pasado al mundo de las series y ha aumentado la calidad de estos.
-¿Es usted espectador de series de televisión?
-No. Para eso soy muy clásico y soy más de cine. He de reconocer que las series de televisión me agobian un poco... ¡y eso que yo siempre hago alguna!
-Empezó la profesión de actor muy pequeño, con 16 años ¿Lo tuvo claro?
-No, para nada. Yo quería ser piloto, lo de actor fue algo que surgió. Estudié y oposité pero las clases de piloto eran carísimas. Pero conseguí aprobar las oposiciones y soy técnico de aeronaves.
-Pero siempre ha sido un actor muy afortunado...
-Si negara que la suerte me ha sonreído durante toda mi vida estaría faltando a la verdad y, sobre todo, insultando a aquellos que no han tenido tanta.
