Cuando la lluvia parecía dar una tregua, el peligro llega hoy con los fuertes vientos –acompañados de agua– que llegan hoy hasta la península. Aunque el mayor riesgo se dará en la zona cantábrica, toda la provincia de Sevilla permanece desde las 6.00 horas y hasta la medianoche en alerta amarilla por fuertes ráfagas de viento de hasta 70 km/h, y con un 80% de probabilidad de lluvia, según fuentes de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Esta nueva incidencia meteorológica, a la que los expertos dan el nombre de ciclogénesis explosiva, se viene a sumar a la situación de alerta que mantiene toda la provincia, con el río todavía muy crecido en Lora del Río y Tocina y con la constante amenaza de cada tarde cuando coincide el caudal del río con la subida de la marea desde Alcalá del Río hasta La Puebla del Río.
Uno de los puntos afectados es Coria del Río, donde el agua no ha llegado al paseo pero sí ha supuesto que la barcaza que cruza desde la zona de La Isla, en Dos hermanas, hasta el núcleo coriano no pueda llevar a cabo su labor de cruzar el río. La razón es la fuerte corriente que fluye aguas abajo. Efectivos de la Policía Local y de Protección Civil vigilan sin pausa la zona para evitar cualquier contingencia.
La tranquilidad que ha vivido hasta ahora la población puede empeorar si siguen las lluvias debido, sobre todo, a la incidencia del cauce de los arroyos Riopudio y Carrascalejo que recogen las precipitaciones del Aljarafe y que pueden provocar que el agua y el barro cubra las calles.
Sin fiesta. En Tocina, su alcalde Juan de Dios Muñoz (PSOE), explicó ayer que algunos vecinos desalojados no podrán regresar a sus casas hasta dentro de dos semanas y que todavía cinco viviendas están anegadas, aunque esperaban que si no seguía creciendo el río quedaran sin agua en unas 12 horas. El Consistorio anunció también, en un comunicado que, en solidaridad con los afectados por las inundaciones, el equipo de Gobierno ha decidido no celebrar los actos previstos por el Día de Andalucía.
En Lora del Río, la situación de los vecinos es distinta dependiendo de la zona que vivan. Mientras que los más alejados del cauce se afanaban por limpiar el agua y el barro –en total se han visto afectadas 155 viviendas, 73 totalmente anegadas y 82 más desalojadas preventivamente–, en residencial Setefilla y la Alameda del Río todavía el agua les cubría hasta casi la rodilla. Para cuando se vaya el agua, el Ayuntamiento ha establecido un dispositivo especial de limpieza.La delegación del Gobierno de la Junta, que coordina el plan de emergencia, comunicó a última hora de la tarde que el Guadalquivir decrece “a buen ritmo” y que esta tendencia seguirá.
