Las inundaciones continúan en Pakistán. Ello obliga a los paquistaníes a refugiarse en provincias menos anegadas por el agua. Un buen número de estos desplazados se han trasladado a Baluchistán, en el suroeste del país, una zona también inundada. Y es que el 20% del territorio del país se encuentra cubierto por el agua. Aunque ha empezado a bajar de nivel en el norte y centro del país, sigue existiendo peligro para varias zonas bajas, sobre todo, en la cuenca del río Indo, en el sur paquistaní.
De hecho, ayer 15 personas murieron y 20 desaparecieron al ser arrastrado el autobús en el que viajaban por un torrente de agua en la autovía del Indo, en el centro de Pakistán. En el autobús viajaban unos 45 pasajeros, diez lograron salvarse nadando.
A pesar de que la respuesta humanitaria de la Unión Europea a Pakistán ya suma 200 millones de euros, las ayudas no parecen ser suficientes. "En este momento todo es una prioridad: el refugio, la comida, el agua. No tenemos suficientes recursos para ayudar a estas personas", afirmó una portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Esto fue reiterado por el director de operaciones de emergencia de Unicef, Louis George Arsenault, que pidió a la comunidad internacional que aumente urgentemente sus ayudas. Arsenault alertó, además, que la crisis humanitaria que se vive en Pakistán es la mayor "en décadas".
Por otro lado, la situación paquistaní empeora por el aumento de atentados. Ayer al menos 17 personas murieron en un ataque a una mezquita en la región tribal de Waziristán del Sur, un bastión de la insurgencia talibán.