La Comisión Nacional contra la Violencia ha declarado el partido de este domingo entre el Sporting de Gijón y el Sevilla de alto riesgo. Más allá de algunos piques relacionados con encuentros de dudosa competitividad del Betis ante los asturianos para perjudicar a los nervionenses no hay antecedentes que apunten a una fuerte rivalidad entre los dos equipos y entre las dos aficiones. Y en realidad sigue sin haberlo, pero el enfrentamiento de los grupos ultras de la campaña pasada ha enturbiado estos duelos deportivos y ha provocado que las autoridades estén alerta para que no se vuelvan a repetir imágenes como las de la pasada campaña.
En el último Sporting-Sevilla, el sábado 12 de diciembre de 2009, radicales de ambos clubes se enfrentaron en las calles de la localidad asturiana creando un caos impropio de un acontecimiento deportivo. La batalla campal se saldó con una docena de heridos y numerosos desperfectos en establecimientos comerciales y coches del barrio de La Arena. Además, un menor incluso tuvo que ser ingresado en el Hospital de Oviedo por herida de arma blanca. La policía detuvo a doce personas e incautó objetos contundentes, palos de madera, barras de acero, tornillos, cadenas metálicas, bengalas, así como numerosos paraguas que presentaban las puntas y las varillas fracturadas.
Pero en Gijón no están dispuestos a que se repita la misma lamentable imagen del año pasado. El partido ha sido declarado de alto riesgo, y por tanto ya contará con un operativo de seguridad extra, pero las autoridades de Gijón no van a quedarse ahí y van a reforzar las medidas para tener bien controlados a los radicales de ambos equipos.Para empezar, habrá numerosa presencia policial no sólo en los alrededores del estadio, sino en los lugares a los que puedan acudir los ultras sevillistas. Para ello, lógicamente, estos hinchas extremos deben estar controlados. En eso han estado trabajando esta semana la policía de Gijón y la de Sevilla de forma conjunta. En Asturias quieren conocer de forma exacta cuántos ultras sevillistas acudirán a presenciar el encuentro. Las autoridades estiman que serán muchos menos que el pasado curso, debido al horario del encuentro (domingo, 21.00 horas) y también a los sucesos de la campaña pasada.
De momento, la policía de Gijón espera a unos 40 aficionados del Sevilla, aunque pacíficos, pero espera tener controlados a los ultras que puedan acudir por su cuenta, y para eso cuenta con la colaboración del los policías hispalenses. Si acuden en autobús, las fuerzas de seguridad asturianas esperarán a los seguidores antes de alcanzar la ciudad para efectuar un registro.
La rivalidad de los radicales, en todo caso, tiene que ver más con la política que con el deporte. Los Ultra Boys del Sporting son de extrema derecha. Los Biris, por ejemplo, de izquierda.
