La Consejería de Salud y la Subdelegación del Gobierno advirtieron ayer de la posible distribución de 1.000 kilogramos de tomates, sustraídos de una finca de Dos Hermanas y que habían sido rociados con insecticida, por lo que instaron a no comprar productos fuera de los circuitos oficiales y a lavarlos y pelarlos concienzudamente en caso de adquisición.
Fuentes de ambas entidades informaron a Europa Press que el dueño de la finca presentó ante la Policía Nacional una denuncia en la que advertía del robo de 1.000 kilos de tomates que habían sido rociados con insecticida. Tras la fumigación, estos productos suelen permanecer entre cinco y seis días antes de iniciar el circuito comercial y ponerse a la venta. De ahí la recomendación de no consumir productos que lleguen desde fuera de los circuitos habituales.
