El sector aeronáutico andaluz tiene ante sí un futuro prometedor, pero para llegar hasta él no quedará más remedio que asumir ciertos sacrificios. El consejero delegado de la firma andaluza Alestis, Gaizka Grajales, lanzaba este críptico mensaje hace sólo unos días en unas jornadas del sector organizadas por UGT-A.
Tal vez cuando lo dijo tenía en mente una de las medidas que su empresa está sopesando y que tiene repercusión directa sobre el empleo. Y es que, según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas a la misma, Alestis estudia un ajuste de plantilla a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), de carácter temporal, y mediante la no renovación de los contratos temporales, iniciativas que estarían motivadas por el descenso de la carga de trabajo.
Sus efectos se dejarían sentir en la planta que la compañía tiene en la provincia de Cádiz -está a la espera de inaugurar una segunda factoría en la localidad de Puerto Real-, pero no en los tres centros de Sevilla, según precisaron ayer fuentes sindicales.
Aunque aún no se ha presentado ningún documento oficialmente, los cálculos apuntan a que más de un centenar de trabajadores de la planta gaditana podrían verse afectados.
Fuentes del sector consultadas precisaron que no sería sorprendente que llegara esta regulación de empleo, ya que, a pesar de los más de tres años desde que estallara la crisis económica, no se había visualizado su impacto de forma clara sobre la actividad aeronáutica.
Un problema, el de la falta de trabajo ante el descenso de pedidos y la ralentización de los mismos, que se extiende a más empresas del sector aeronáutico regional, y que le ha llevado a urgir a la Administración autonómica para que acelere los trámites para hacer efectiva la estrategia de futuro de este sector y poder optar a las distintas líneas de ayudas y las actuaciones programadas de aquí al horizonte de 2013.
Pero de vuelta a Alestis, y a la espera de que comience a fabricar las dos piezas adjudicadas por Airbus para el A350 -la panza o belly fairing y el cono de cola- y también a la expectativa de los nuevos contratos a los que opta, la compañía andaluza cuenta con otro hándicap que le puede pasar factura, que no es otro que el compromiso de recolocación de 349 ex trabajadores de Delphi.
De hecho, algunas fuentes apuntan a que la contratación de la antigua plantilla de la multinacional estadounidense se está haciendo a costa de no renovar los contratos de trabajadores temporales, un supuesto que se está produciendo en Cádiz.
NORMALIDAD EN SEVILLA. Por contra, en Sevilla, fuentes del comité de empresa reseñaron que hay un grupo de ex empleados de Delphi que se encuentran actualmente haciendo cursos de formación pero que los eventuales con los que contaban se están incorporando a la plantilla como indefinidos.
Está previsto que el próximo mes de diciembre se dé estabilidad al último grupo de temporales -22 de un total de 69- que trabaja en la planta de San Pablo y con el que se completa el compromiso adquirido por la empresa.
