El nuevo presidente de la Academia, Álex de la Iglesia, apuesta por la unidad y hará "todo lo posible" para que regrese a la institución "gente que se fue" como Almodóvar o Garci; por la autocrítica -"hay que contar lo bueno y lo malo"; y por la renovación.
"El cine español no es un favor, es un negocio", ha dicho tajante Álex de la Iglesia durante su primera comparecencia como presidente de la Academia, y lo ha dicho un realizador que tiene en su haber algunas de las películas más taquilleras del cine español, como son La comunidad, El día de la bestia o Los crímenes de Oxford.
El cineasta bilbaíno, acompañado por los dos nuevos vicepresidentes -la directora y actriz Icíar Bollaín y el director de producción Emilio Pina-, tiene claro que hay que atraer al público a las salas, y para ello "hay que escuchar sus necesidades". El cineasta se pone al frente del mundo del cine durante los próximos tres años.
Entre sus propósitos, Bollaín apuntaba: "Al público le tiene que llegar lo positivo y lo negativo, no sólo lo negativo. No nos podemos permitir que en los últimos seis años nuestro cine haya ganado seis Oscars y la gente no lo sepa". De la Iglesia añadía: "No descartamos pedir que incluyan una asignatura de cine en la escuela".
En cuanto a los premios Goya, se estudia retrasar la fecha de entrega de estos galardones, habitualmente a fines de enero.
El nuevo presidente también alabó que en las ayudas del misniterio se "compute, además de la taquilla, el número de descargas legales en internet".