Alfonso Guerra no lo tiene nada claro. Tras 34 años ocupando su escaño en el Congreso de los Diputados , el histórico dirigente socialista y presidente de la Comisión Constitucional del Congreso tiene "dudas" sobre si volver a presentarse en las listas del PSOE para las elecciones generales del próximo 20 de noviembre. Guerra está dispuesto a seguir, aunque, visto el proceso de renovación en las listas que va a experimentar el PSOE de cara a la próxima cita electoral, ha optado por dejar la decisión en las manos de sus "compañeros" de partido en Sevilla, que estudiarán la decisión a partir del lunes.
A sus 71 años, el que fuera vicepresidente del Gobierno en la etapa de Felipe González no se arruga y reconoce que aún "le queda "cuerpo" para seguir en la Cámara Baja. "Tengo dudas, va uno cumpliendo años y quizá sea razonable decir ya basta", ha explicado a Europa Press.
Guerra ha puntualizado que no ha hablado de este tema con el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, y que, en todo caso, con quien tiene que hacerlo es con miembros de su agrupación de Sevilla, a los que aún no ha trasladado sus dudas y en los que, ha recalcado, recaerá la decisión. Fuentes socialistas señalan al respecto de que la decisión no se abordará hasta que el PSOE provincial retome la actividad, algo que se producirá este lunes. En esa primera reunión, iniciarán el debate y la confección de las listas de cara a la cita electoral, cuestión que se irá dilucidando en el mes de septiembre.
Esas mismas fuentes precisaron que, pese a las declaraciones de Guerra, el exvicepresidente del Gobierno sigue siendo "un activo muy importante" en el partido en Sevilla, por lo que no sería de extrañar que se optara por la continuidad de Guerra bien como cabeza de lista por Sevilla, algo que ya ha sido durante las elecciones generales de 2004 y 2008, o bien figurando en ella.
El veterano parlamentario socialista ha tenido escaño en el Congreso durante toda esta etapa democrática y, además, según él mismo ha recordado, tiene en su haber el récord de permanencia en el Congreso de toda la historia del parlamentarismo español. Ese registro lo obtuvo tras los comicios de 2008, cuando encabezó las listas del PSOE por la circunscripción de Sevilla mientras que otros, que también estuvieron en la Cámara Baja desde los inicios de la etapa democrática, como los populares Juan Carlos Guerra-Zunzunegui y Francisco Cacharro-Pardo o el socialista Juan José Laborda renunciaron a la posibilidad de mantener su escaño.
