El alcalde de Algeciras (Cádiz), Tomás Herrera (PSOE), no descarta pedir al Gobierno central un trato económico especial para su municipio al igual que su homólogo en La Línea, Alejandro Sánchez (PP), que incluso amaga con crear un peaje para el tráfico hacia Gibraltar como fórmula de recaudación.
En declaraciones a Europa Press, Herrera resaltó "el potencial económico y laboral del puerto" algecireño, el primero del Mediterráneo en tráfico de contenedores, pero al mismo tiempo, aseguró que "también sufrimos un coste", por lo que dijo estar "muy pendiente de lo que puede ocurrir con La Línea y si el Gobierno le aprueba la medida, entendemos que Algeciras también tiene las condiciones óptimas para ello". El alcalde linense ha reclamando al Gobierno recuperar la carta económica especial que, bajo la presidencia de José María Aznar, le fue retirada y por la que obtenía más fondos de la financiación municipal. El PSOE andaluz se mostró dispuesto a abrir un diálogo para restituir algún tipo de medida compensatoria similar, al tiempo que tanto desde el partido como desde los Gobiernos central y autonómico subrayan que la idea del peaje es ilegal y que el ayuntamiento carece de competencias para implantar esta tasa.
Al margen del peaje, el alcalde de Algeciras se desmarcó de cualquier polémica con el vecino y consideró que cada uno tiene sus reivindicaciones y que él está "pidiendo para Algeciras".
No obstante, recordó que la servidumbre de su municipio está "más que demostrada" con el tránsito de vehículos, "el abandono de muchos de ellos que proceden de Europa" o el "desgaste que supone la Operación Paso del Estrecho, de la que apuntó que "está perfectamente coordinada, pero también supone destinar servicios de la ciudad para ello", en referencia a la zona donde embarcan los marroquíes y el recorte del área de estacionamiento.
Mientras, el Ayuntamiento linense sigue adelante con sus planes sobre la llamada tasa de congestión, menor de cinco euros, que pretende implantar a partir de octubre y con la que busca compensar los 30 millones de euros que, según sus cálculos, ha perdido el municipio por la retirada de la carta económica especial en 2003. Para ello, ayer comenzaron las obras para la reordenación del tráfico de la N-351, que llega a La Línea desde Algeciras, en el tramo que discurre desde la entrada a la ciudad hasta la frontera.
La carretera, que es de titularidad estatal, está dividida en dos carriles, uno de los cuales llega directamente hasta la frontera, mientras que el segundo conduce al centro de la ciudad. El proyecto supondría desviar el tráfico hacia calles del municipio e instaurar allí el peaje.
Las obras iniciadas consisten en la colocación de un bordillo de ladrillos que separará el carril de acceso a Gibraltar del que conduce al centro de la ciudad.
Coincidiendo con el comienzo de los trabajos, el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, acusó al alcalde linense de "intentar chantajear al Estado" y recordó que La Línea ya tiene un trato especial con una participación en los ingresos del Estado de 15 millones, por encima de ciudades semejantes como San Fernando. Además acusó a su gestión de las maltrechas arcas municipales.
Mientras, la oposición al peaje crece entre los linenses. Los que cada día trabajan en el Peñón recogen firmas contra el proyecto.
