Cuando se apagaron las notas de Policía municipal, himno del cuerpo, las luces del Palacio de exposiciones y congresos se apagaron para la proyección de un montaje audiovisual, elaborado por Fernando Ruso, Pepo Herrera y María Rodríguez, en el que policías y ciudadanos relatan intervenciones de aquéllos en trances insospechados: un incendio, un robo a mano armada, una niña que sufre convulsiones y salva su vida gracias a la rápida actuación de un agente. Yo creía que la policía local nada más que estaba para poner multas, repiten varios entrevistados para esta reciente campaña, que lleva por rubro Siempre a tu lado. Y algo parecido subrayó en su posterior intervención el delegado municipal de Seguridad y Movilidad, Juan Bueno, quien esgrimió datos numéricos para desmentir la fama de ponedores de multas de los policías locales: Hemos pasado de 160.000 multas en 2011 a 104.000 en 2013, fruto de la concienciación de los ciudadanos sobre el cumplimiento de la norma, señaló, destacando de paso que los accidentes de tráfico también se han reducido un 6,5 por ciento desde 2010. Esta reivindicación de la Policía local como un cuerpo de acción con sentimiento, alma y corazón al decir de Zoido estuvo presente a lo largo de toda la ceremonia, en la que se entregaron distinciones a numerosos agentes, así como menciones honoríficas colectivas para la Asociación de Peritos Judiciales y Tasadores de Andalucía, el distrito Cerro-Amate de la Policía Local, el Grupo de Información y Apoyo de Tráfico de la Guardia Civil, el grupo Gepol de la propia Policía Local, para los monitores de educación vial de la escuela de la Policía Local, la federación CAIS de asociaciones de vecinos y la asociación de vecinos Bermejales 2000. Los mayores aplausos, con la sala en pie, fueron para el reconocimiento póstumo al agente Manuel García Rodríguez, que recogió su hijo.