-Mayo y junio han dado un respiro al paro. ¿Estamos realmente ante un cambio de tendencia?
-Dentro de esta crisis, Andalucía ha tenido una tendencia menos mala que España. El crecimiento interanual del paro ha estado por debajo de la media nacional, con un diferencial de casi once puntos, algo inusual, que ni siquiera los alcanzamos en los años de bonanza, y de treinta respecto a Madrid, y eso es extraordinario. ¿Qué preveo? Que descienda el paro en julio y agosto, que podamos amortiguar en septiembre la pérdida de empleo en el turismo y que el crecimiento del desempleo en el conjunto de 2009 sea muy pequeño ¡Ojo! Siempre y cuando la población activa crezca en términos razonables.
-Y que aumenta especialmente entre quienes antes no buscaban trabajo. Necesidad familiar.
-Se trata de una población activa que yo llamo solidaria, compuesta por demandantes de empleo que, si no hubiera crisis, no aparecerían. Son personas sin empleo anterior, básicamente mayores de 45 años y amas de casa, sin vulgarizar, que en los hogares comparten el esfuerzo de conseguir el empleo que los maridos han perdido y se buscan la vida para garantizar la renta familiar. Esta variable hace que las previsiones puedan tener desajustes, pero soy optimista respecto a 2009, pues las medidas que tenemos en marcha aún tienen que dar muchos frutos.
-Pues su optimismo contrasta con las previsiones de los servicios de estudios de Unicaja y Cajasol, que hablan de 1,2 millones de parados este año.
-Son previsiones que ni conozco ni he estudiado, pero creo que pueden fallar. No sé si tuvieron en cuenta esa variable de la población activa que le he comentado, pero me resulta extraño que hagan una previsión tan dura sobre la evolución del paro sin contrastar los planes de la Administración pública, en especial de la andaluza, para incidir en el mercado de trabajo. Si no los han tenido en cuenta, no acertarán, y si lo han hecho, trabajaré con ahínco para que esos cálculos no se hagan realidad. En cualquier caso, ninguna de esas dos fundaciones previnieron la crisis ni que el paro andaluz fuera a crecer en 300.000 personas. A mí nadie me lo dijo, y si no lo hicieron, es un antecedente para otorgarle el mismo valor a la previsión tan extremista que hacen ahora.
-Tampoco la Junta de Andalucía predijo la crisis y el paro.
-Nadie, por eso todos arrastramos el pecado original. Pero algunos pasan de no hacer una previsión de la nada a hacerla del todo.
-Los sindicatos advierten de que un millón de parados en Andalucía son palabras mayores.
-Es posible que se alcance un millón de demandantes de empleo. Estamos en 944.000, según la EPA, y en 788.112, según el SAE. Son 200.000 personas de diferencia que en la encuesta dicen que están sin trabajo pero no se inscriben en el registro. Cuando lleguemos, el millón de parados sería insoportable y alarmante si todos hubieran perdido el empleo, pero si dos de cada tres son nuevos demandantes, que nunca habían estado implicados con el mercado de trabajo, alcanzar el millón sería preocupante pero no alarmante.
-Entonces, ¿cómo medimos el paro, con la EPA o con el SAE?
-El paro está bien medido tanto con la EPA como con el SAE. Sin embargo, no podemos quedarnos con el dato bruto, del que nacen los comentarios benignos o malvados, sino que hay que realizar un análisis más profundo. ¿Por qué? Para dar respuesta a un perfil de demandante que ha cambiado, tras aumentar las personas mayores de 45 años y sin formación, y que requieren políticas distintas.
-Datos, porcentajes, estadísticas... ¿Y las personas?
-A eso me refería. Son 944.000 personas, contadas una tras otra, con un sufrimiento. Por eso mi objetivo en los Servicios de Empleo es el itinerario personalizado, frente a la política anterior de la identificación numérica del parado. Cada uno es merecedor de políticas específicas para resolver su problema. Es el gran reto que tenemos.
-En un reportaje que publicó la semana pasada El Correo de Andalucía, cuatro jóvenes contaban cómo habían conseguido empleo en verano, y ninguno a través del SAE. ¿Es simple casualidad?
-Como todo servicio público, es susceptible de mejora. Con los datos que usted me aporta, el 100% de los usuarios habla mal del SAE. En cambio, nuestras encuestas revelan una satisfacción superior al 60%, lo que nos indica que llevamos un camino correcto en medios y servicios. Por otro lado, los profesionales del SAE son magníficos y su nivel de intermediación de contratos es de los más altos de todos los servicios públicos de empleo de España.
-¿Tiene usted amigos o familiares en paro?
-Sí, familiares y amigos. Se lleva mal, porque yo sufrí el drama del paro en mi propia familia cuando vivía mi padre. ¡Cómo se buscaba la vida! Me llaman porque creen que les puedo solucionar su problema, y se pasa realmente mal. Es de las cosas más duras.
-¿Qué hacer con los parados que agoten la prestación?
-Fue el presidente Griñán quien lanzó antes que nadie una propuesta articulada que yo he presentado a Madrid. Partimos de que se deben hacer políticas activas de empleo, no pasivas, de ahí que aboguemos por una renta de transición al empleo, parecida a la del programa Memta y vinculada a la familia que tenga a todos sus miembros en paro. Sería una garantía de trabajo con cotización durante 12 meses para al menos un miembro de la familia y que posteriormente devengaría en prestaciones. El trabajo sería en beneficio de la comunidad, pero estaría vinculado a las opciones y condiciones profesionales del trabajador. Prestación y reciclaje formativo.
-¿Y quién paga?
-Al tratarse de políticas activas, estoy convencido del esfuerzo del Gobierno central, aunque con la colaboración de las comunidades autónomas y administraciones locales.
-¿Y se incluirá en la concertación social andaluza?
-Los sindicatos, tanto a nivel de España como aquí, piden el mismo objetivo, que haya rentas para las personas que hayan perdido sus derechos. Si el método no triunfa en Madrid, en Andalucía aplicaremos nuestro Memta 2, ya aprobado por unanimidad en el Parlamento, y si hay que añadir algo nuevo, se hará en la concertación.
-Los empresarios dicen que los planes anticrisis no funcionan y reclaman más agilidad administrativa. ¿Usted qué les pide a ellos?
-Pues yo les pido a los empresarios, que no a la CEA, sino a ese jaleo en torno a la CEOE, responsabilidad. Lo que dicen hace que el empresario vuelva a verse como un ser que se aprovecha de la crisis para ganar y que se trunque el esfuerzo hecho para trasladar a la ciudadanía la vocación y la responsabilidad social del empresario. La crisis no ha tenido nada que ver con los costes laborales ni con los del despido. No pueden llamar contrato del siglo XXI si el elemento central es el despido no causal y barato, eso sería más bien del XIX. Es necesario un nuevo contrato social que contenga políticas sociales y no vale romper la baraja queriendo sólo analizar elementos que ni son responsables ni salvadores de la crisis. Imaginemos. Todos los trabajadores que se contraten a partir de hoy, cero indemnización. ¿Me garantizarían los empresarios el pleno empleo? Yo creo que no.
(Lea la entrevista completa en la edición impresa de hoy de El Correo de Andalucía)