La profunda crisis por la que pasa la industria sevillana no es baladí. Las deslocalizaciones planteadas por empresas de fuerte arraigo en la provincia como Danone, Roca o Cargill están dejando a muchas familias al borde de la quiebra. Ante esta situación, sindicatos y partidos han decidido actuar para intentar frenar en la medida de sus posibilidades el chorreo de compañías que deciden irse.
En este contexto, y a propuesta de los dos sindicatos mayoritarios, se constituyó ayer una mesa en defensa de la industria sevillana, en la que también participan los partidos políticos PP, PSOE e IU, la Diputación, la Subdelegación del Gobierno en Sevilla y la Delegación de la Junta. "El objetivo es poner en marcha un protocolo que sirva de cortafuegos de estas deslocalizaciones y que haga que las empresas no se vayan de rositas de la provincia", destacó ayer el secretario general de CCOO en Sevilla, Alfonso Vidán. Su homólogo en UGT, Juan Antonio Gil, señaló a su vez que "es necesario que todas las instituciones actúen al unísono ante este tipo de prácticas".
Vidán reconoció que existen numerosas "cortapisas legales" a la hora de frenar la fuga de una empresa, pero indicó que sí hay medidas de presión que se pueden y deben llevar a cabo por parte de las administraciones. "Cuando sepamos que hay alguna intención de cerrar una empresa en la provincia, debemos hacer que la salida sea incómoda", sentenció. A este respecto, destacó que, entre otras cuestiones y como ejemplo, pueden realizarse inspecciones de trabajo en las sedes de las firmas que pretendan marcharse de Sevilla o se les pueden retirar subvenciones que les hayan sido concedidas por parte de administraciones locales y autonómicas.
"Hay empresas que cogen el dinero y corren y eso es una estafa", declaró Gilabert, quien anunció que todas las partes han estado "razonablemente" de acuerdo para llevar a cabo iniciativas que dificulten más deslocalizaciones. Dentro de dos semanas, los representantes políticos y sindicales volverán a reunirse para poner "negro sobre blanco" algunas de las actuaciones que se pueden acometer en estos casos a través de un plan. Además, indicó que el acto se celebró en la Universidad de Sevilla con el objetivo de que "fuese un sitio neutral para que todos tuviésemos predisposición a poner en marcha esta importante iniciativa".
De cualquier modo, el secretario general de CCOO en Sevilla incidió en que entre las medidas propuestas no se encuentra el boicot a los productos elaborados por las compañías que anuncien su fuga. "Somos conscientes de que hacer eso afecta a otros trabajadores, así que queremos incidir especialmente es en que nuestras acciones repercutan en la actividad de la empresa para que se complique su salida", aseguró.
"Se trata de no empezar una negociación con el empresario sintiéndonos derrotados, sino que ellos se sientan presionados. No sé si podremos pararlo pero estaremos en condiciones de negociar una mejor salida para esos trabajadores", afirmó por su parte el secretario general de UGT en Sevilla. Gilabert llamó la atención sobre la "precaria" situación por la que atraviesa la industria de la provincia, ya que, señaló, se han destruido más de 15.000 empleos en los últimos cuatro años. De ellos, el 80% ha sido durante el último ejercicio.
