Todos guardan silencio a la llegada de este mito viviente que es la gran bailarina y coreógrafa cubana Alicia Alonso, que está de tourné por el mundo para recibir, por su 90 cumpleaños, los agasajos de los miles y miles de aficionados a la danza que se quedaron prendados a sus movimientos cuando la vieron esculpir el aire con sus brazos sobre un escenario.
Y aunque hace ya años que no baila, sigue en activo como creadora incombustible. Apenas ve, oye regular, su cabeza tiembla y su caminar es temoroso, pero tiene el ritmo y la música metidos hasta el tuétano, y un cerebro que carbura como pocos. Lo mismito que el recordado Francisco Ayala, otro venerable ancianito que hasta su último día mantuvo una lucidez envidiable.
Alonso se ha reencontrado con su querida Andalucía, y con Sevilla en particular, tras 15 años de ausencia. "Hacía tanto que no venía acá... Pero siempre les extraño, no sé si ustedes a mí. Aquí bailé mucho y por eso doy las gracias por este homenaje tan lindo y bello que se le da a una persona que lo que quiere en la vida es bailar y hacer felices a los demás".
Esta intérprete excelsa de los grandes clásicos de la danza está en Sevilla para recibir, mañana domingo en el Teatro de la Maestranza, y el 12 en el Gran Teatro de Huelva, sendos homenajes por su fértil trayectoria. Y dado que Alicia Alonso es embajadora de la Unesco, por su expreso deseo las galas en su honor servirán para recaudar fondos por una causa humanitaria: la construcción de escuelas en la aún devastada Haití. "Hacemos un llamamiento a la sociedad andaluza para que coopere en esta obra solidaria. Ésta es una de las obsesiones de Alicia", enfatizaron ayer los responsables del homenaje, entre los que se cuentan la Fundación Caja Rural del Sur y el Instituto Universitario de Danza Alicia Alonso de la Universidad Rey Juan Carlos.
Y los primeros que dan ejemplo son los artistas que bailarán sobre el escenario, grandes nombres de la danza como Tamara Rojo y Sergei Polunin -que vienen expresamente de Londres-, el bailarín sevillano Fran Velasco o las primeras estrellas del Ballet Nacional de Cuba Anette Delgado y Alejandro Virelles, entre otros, que acudirán de modo altruista. La noche, curiosamente, del 10 del 10 de 2010. "Un acontecimiento así merecía tres dieces", subrayó atinado Jaime de Vicente, director de la Fundación de Caja Rural del Sur, muy implicado en una iniciativa que abre en Sevilla el Otoño Cultural Iberoamericano, el programa de actividades estrella de la entidad.
La ocasión fue propicia para que Alonso desgranara algunas de sus perlas: "A través de la danza se llega a todas partes, desde las personas más sabias a las más inocentes y puras. La danza es un arte que fluye natural en el ser humano desde que nace. Nacemos bailando con nuestras manitas y pies, hablamos con el cuerpo. La felicidad la tenemos ahí". Y sobre su edad está sembrada: "Al 90 le quito el cero y tengo 9 años, como cuando empecé a bailar. Estoy empezando a bailar de nuevo. Todos miran el almanaque todo el tiempo, yo no. Déjenme ser más, no menos. Cada vez tengo más vida y más que dar. Lo que más necesita el ser humano es vida, belleza y mirar con alegría al futuro, no llorar recordando lo que fuimos". Genio y figura...