Un país imaginario, tres formas diferentes de medirse, una estrategia humana y artificial bastan para ver quién puede reinar en solitario, utilizando esa gran arma que es la inteligencia, que no siempre cae del lado humano y que otros han sabido desarrollar hasta cotas inimaginables. Dos décadas avalan esta saga, que ha tenido, como todo en la vida, altibajos en sus múltiples desarrollos y que Rebellion/Sega retoman de manera más que brillante.
De arranque, y antes de la puesta en escena, la primera elección del jugador será saber qué especie quiere ser: soldado, depredador o alien, con sus diferentes modelos de combate y jugando siempre en primera persona sobre unos escenarios recogidos de sagas y películas que alivian el curso de la jugabilidad. Hay donde elegir:
Soldado. Como marine, tendrás que vivir una continua pesadilla de atención extrema. Un solo despiste puede costar una muerte un tanto gore. La continua atención claustrofóbica en los escenarios hará que nuestro mejor aliado sea la luz y la mejor guía el seguidor de movimiento, acompañado y provisto, como buen soldado, de un arsenal de armas y explosivos de última generación, para así poder defender el bastión planetario de las especies hostiles que quieren imponer su soberanía. Si se tiene fe y convicción, sobrevivirás, si no, sal pitando.
Depredador. La clave del éxito esté en la capacidad de mantenerse oculto y no ser detectado por las herramientas usadas por los enemigos. Una buena utilización de todas sus capacidades, sobre todo las tecnológicas, un buen manejo de la visión y el factor sorpresa en el asalto serán el éxito de esta raza. Indispensable el tutorial para cambiar el chip de jugador y sacar un máximo rendimiento de la visión y movimiento, con una ejecución directa y desprevenida. El desgaste y las heridas sufridas en el combate se recuperan y recargan como una fuente de energía, en puntos concretos, y ahí es donde el Predator es más vulnerable y donde se encuentra más indefenso ante los demás. Su lanzador es más efectivo en disparos largos y, para los cortos, son más precisas las ejecuciones a quemarropa. Mantener el sigilo es tu mejor arma si no quieres ser tu propia víctima.
Aliens. En la agilidad y la buena sincronización de sus articulaciones radica el perfil de esta especie biológica que cumple órdenes como obrera de un enjambre. Rechazan al humano por su mala utilización de algunos pecados capitales. Brincar por los recovecos de techos y paredes es el mejor hábitat para defenderse y sus mandíbulas, garras afiladas y su cola son su mejor arma ejecutoria. Prepararse bien el terreno, jugar con las sombras, moverse rápidamente sin ser detectado y mantener un sigilo de sombra contra la presa son parte de la oscura estrategia de estos seres. Quedarse quieto en tierra es señal segura de muerte.
Multijugador. Lo visto en el modo no deja indiferente a nadie por las diferentes y bien pensadas opciones de jugar (7). Podrás escoger cualquier combinación: el caos frenético de una carrera por matar, llegar a infectar a los contrarios para que puedan aliarse o simplemente defender una posición o salir airoso de una feroz emboscada.
Elige bien y sobrevive.
