Si Alonso se quedó parado a falta de pocos segundos para el final de la sesión matinal con el motor averiado, en la vespertina, con un propulsor nuevo, el líder del campeonato se mantuvo muy cerca de los dos bólidos de Red Bull Racing, que, como él ya preveía, están marcando el paso en el circuito Jose Carlos Pace de Sao Paulo.
El cambio de motor en el Ferrari de Alonso al final de la primera sesión estaba previsto por el equipo italiano, por lo que las alarmas nunca saltaron para el piloto español.
Se trataba del mismo propulsor que utilizó en el Gran Premio de Bahrein, el primero de la temporada, y que ya le cambiaron en los entrenamientos libres por precaución.
Para Alonso, sin embargo, lo importante es que "estas cosas sucedan los viernes", porque sabe que el equipo va a hacer todo lo posible "para que no vuelva a suceder" otra rotura.
Sebastian Vettel, cuarto en el Mundial, a 25 puntos de Alonso, fue el mejor de la jornada con un mejor tiempo de 1:11.968. Webber, por su parte, terminó a 104 milésimas, mientras que el español lo hizo a sólo 360.
Fernando Alonso, el único de los cinco aspirantes que puede proclamarse campeón del mundo en Brasil, rodó con consistencia por la tarde en la tandas largas, incluso con alta carga de combustible y neumáticos más blandos, pero acabó a la estela de los coches más rápidos del campeonato, los Red Bull.
"Si el jueves tuviéramos que apostar por algún equipo para el viernes y sábado todos lo haríamos por los Red Bull. Era lo previsto", dijo Alonso nada más acabar los entrenamientos.
Los otros dos aspirantes al título, los británicos de McLaren-Mercedes Lewis Hamilton y Jenson Button, terminaron en los puestos cuarto, a 688 milésimas, y séptimo a 1.238, respectivamente.
